Libertina

Hace mucho que no os aturdo con mis reflexiones absurdas sobre éste mundo que, por cierto, últimamente está imposible. Im-po-sible!! Bueno, qué no es el tema. El tema es triste. Es terrible. Qué sí, Marián, joder! Es tremendo. Odio escribir panegíricos. Le debo uno a mi madre (ya lo sé mamá, ya lo sé! Es que lo tuyo es tan inabordable como meter un relleno nórdico en una funda de 2'50X200 con las uñas recién pintadas). Van Dos años y sigo intentándolo.; pero , un día de estos, cae. 
Pués nada, que ayer hizo un mutis por el foro nuestra amiga/compañera/gurú/dolor de cabeza/ loca Marián Piquero. Recuerdo perfectamente cuando me encargaste escribir algo para tu boda con la única condición de no hacer discursos lacrimógenos, sin dramas, sin miserias, sin penas. Y, ojo, qué el Cáncer ya campaba por sus fueros; mejor dicho, por los tuyos, bonita. Lo hice. Supongo que si me hubieras pedido escribir esto, me impondrías exactamente lo mismo. Voy a ello: 
Fuiste, eres y serás una revolución industrial, rusa y tecnológica, todo junto, qué arrasó allá donde pusiste el pie. No voy a compararte con el caballo de Atila, porque Atila podría ofenderse. Hoy, hablando con una de tus más mejores "hermanas no de sangre", me recordaba que el simple hecho de ir contigo al Alimerka de Mántaras a buscar un brick de leche, fácilmente se convertía en un viaje en el dragón kan. El acompañante volvía a casa, horas después, con los pelos como escarpias, preguntándose en qué momento todo se volvió un tsunami qué os arrastró hasta Ribadeo a tomar cañas con unos peregrinos australianos qué estaban perdidos en la sección de congelados y con los que estableciste contacto visual, lo transformaste en traductor de Google y tu desbordada empatía abrió un agujero negro que os absorbió a todos y a la charcutera que pasaba por ahí para ir al baño un momento. La risa, tú risa JOJOJO!! qué se oía a kilómetros de distancia y que llenaba todo de música y de picardía. Tú forma de afrontar la vida, con el cáncer y todo, como si cabalgaras sobre un toro salvaje, nos obligaba a pegar la espalda contra la pared para evitar puntos de sutura en nuestra cara A y en la B. Tú en Tapia, fuiste la luz de esos atardeceres qué, como locos, propios y extraños se empeñan en captar en las múltiples cámaras de los iPhone último modelo. Pobres propios y pobres extraños... Nunca volverán a pillar el ocaso tapiego con la magia de antaño. Vale, vale! qué no voy a caer en la tragedia. Ese carácter tuyo, que mucho decir del mío pero, guapina, no hubo quién te pusiera el pie delante. Vamos, qué tengo claro que te van a confinar unos días en el purgatorio, calladita y haciendo mindfulness, antes de soltarte por el paraíso porque los vas a poner locos de la cabeza. Y lo saben. Vas a montar un coro na más llegar; que sí, qué lo sé... qué ya tienes dos tenores, un barítono y una contralto esperándote con las partituras en pan de oro. La vas a liar, fijo, y lo sabes. Yo aún espero el milagro de un imponderable qué me impida mañana ir a despedirte y lo digo en serio. No me apetece nada de nada de nada decirte "hasta luego". Porqué tengo qué ir? A mí me parece que el mundo, tal y como está, necesita gente como tú. Si no te hubieras empeñado en largarte ayer, habríamos hecho unos buenos chistes acerca de la recomendación de ir preparando la mochila imprescindible para una posible (más que posible) de guerra (dicen conflicto bélico pero todos sabemos lo que ye) con cajas de cerillas. Osea, cajas de cerillas? Se van a mojar!!Yo aún lloro de risa recordando aquel monólogo tuyo sobre Torrejón de Ardoz en la boda de Amaro y Dariusz. Cuéntaselo a los del purgatorio y seguro que te consiguen un café solo y un agua con gas. Has visto las cosas preciosas que se están diciendo de ti en foros y redes? Pués no te las creas todas porque si vas con exceso de soberbia en la maleta de cabina, te obligan a facturar, guapa. Nos vemos y nos hacemos unas risas. Mañana, no te prometo nada. 

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