Desfiles

Muy buenos días.  5 de Enero del 2024. Diluvia en las tierras del norte y, hablando con algunos pajes y pajas de Sus Majestades, me comentan que no tienen claro si habrá cabalgata. Los camellos y los trajes de Seda salvaje no están preparados para la lluvia porque en Oriente siempre hace Sol. Además, los regalos podrían estropearse con el agua y no quieren que nadie reciba sus presentes en mal estado. Qué no trabajan con agencias: son ellos mismos quienes hacen cada entrega y asumen la responsabilidad 100%. Así que esto es lo que hay y no hay más problema! Esta noche, lo importante es lo qué es; lo del desfile es absolutamente secundario. Qué sí, qué mola mucho el brillo de los tafetanes y la majestuosidad de las carrozas y el boato de su corte; pero, si le dais una vuelta, lo más grande es la taquicardia de esperar que suceda la magia. A veces, se nos olvida porque somos muy de exhibiciones y  de alardes. Tanto, qué colocamos en segundo término el meollo de la cuestión: Creer sin haber visto. Ojalá, al final, haya tregua y todo pueda fluir (principalmente por unos cuantos pajes que, ahora mismo se debaten entre el tranquimazin y la crisis de ansiedad) pero, si no fuera así, todos tranquilos porque van a venir a vuestras casas. Hoy, además, es el cumpleaños de nuestro Rey Gaspar. El mejor regalo qué hemos recibido un 5 de Enero en toda nuestra vida. Es como un bólido (imposible de teledirigir), como una colección de libros de aventuras o un muñeco grande (sin pilas); es un atlas de colores y mil sobres sorpresa, todo junto. Lo compartimos con mucha, mucha gente porque en el paquete venía una nota que decía que si no lo compartíamos, nos lo quitarían; así que, ahí estamos, compartiendo su generosidad, su mala ostia, su bondad, su música, su impaciencia y todo lo que trae en el pack. Felicidades, Gas.
Por lo demás, no hay demás. Sé que es de inconscientes, pero hoy paso de guerras y muerte y destrucción; me salto con pértiga historias políticas y juicios sumarísimos. Hoy sólo puedo pensar en esta larga y esperada noche en que, a pesar de todo y de todos, sigo sintiendo pasos en el patio y ruidos en la cocina. Feliz noche de Reyes, pase lo que pase, con desfile o sin él. 

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