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Muy buenos días. San Viernes de todos los Premiados y amanece en Asturias, cómo os diría yo....pensad todos en lo qué vuestro cerebro visualiza cuando escucháis la expresión "día de perros", pués así amanece en Oviedo. Y, los perros volando con el huracán. A partir de las seis de la tarde, con la mantita bien estirada y el sofá con los cojines dados la vuelta, pa que no se vean los efectos de Netflix en el teorema de Arquímedes, podremos disfrutar, un año más, de la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias (o, debería decir sargento o cabo o lo qué sea). Ayer, asistieron todos al concierto que abre los fastos oficiales y pudimos comprobar varios axiomas:

1. La camisa de cosaco rosa pastel de Letizia era una monada. Verás tú, cuando caiga en manos de Putin un HOLA! Estoy viendo a los soldados rusos entrar en las trincheras rollo Barbie (Uf! Cómo me afecta madrugar!)

2. El/la/lo/le qué viste a Leonor adora los drapeados. 18 años después de aquellos primeros pliegues en el traje de cristianar, por fin, coincide con un año en el que son tendencia. Enhorabuena! Tanto va el cántaro a la fuente...

3. Meryl Streep, se trajo la misma camisa pa toda la semana. No??

4. El coro de la fundación Princesa de Asturias es un corazo y alguien debería ocuparse de blindar su existencia porque hay mucho trabajo altruista ahí (de los coristas, digo) y no es fácil conseguir tener un grupo con tanta calidad saliendose del ámbito profesional. Nadie se ha dado cuenta?

Bueno, pués nada, qué estaba ayer yo en mi casa refalfiada de todo y de todos y di en poner el canal de RTVE 24 horas y, voy y me encuentro en medio de un debate en el Senado (ojocuidao en el SE NA DO) sobre la amnistía de mis cuyons, qué ya dijo el Pere qué no es su fin último, ni mucho menos, qué tiene que ser el escalón que los lleve hasta el referéndum de autodeterminación. También te digo, qué no está nada elegante ir a un debate, contar tu película y largarte qué se te queman las empanadillas, sin escuchar al resto. Tampoco me gustó qué no hubiera presencia gubernamental, francamente. Yo, como ya sabéis todos, me considero sociata y rogelia como la que más, pero,🤦🏻‍♀️ qué Dios me perdone, ayer estaba tan de acuerdo con lo que escuchaba en boca de representantes autonómicos en las antípodas de mis creencias... Y me gustó tanto el Senado pa debatir...esos sillones enfrentados y cercanos; esa intimidad de los pocos asistentes; esas llamadas al orden, casi maternales, de la presidenta... No sé, qué me puse un té y allí me quedé un rato largo escuchando verdades como puños entre alguna desfachatez que otra (no nos vamos a engañar). La situación, es la qué es: unas tablas raras,  un callejón sin salida o con salida a través de un puti. Eso, no debería justificar, de ninguna manera, adoptar medidas que rozan la inconstitucionalidad desde el momento en que el fin  no es el contemplado en el gran libro de Petete qué es la Constitución. Los votos de grupos independentistas no tienen nada de malo, de suyo; pero, si lo que se va a hipotecar  como pago, es la estabilidad de nuestra democracia (y es lo que están advirtiendo el Pere, el Puchi, el Pata, el Cabra y el espíritu de Carmina Ordóñez) hay que dar la partida por terminada y volver a la casilla de salida. Repitamos elecciones y que sea lo que el pueblo decida. Esta última mano de la timba a la desesperada,  nos puede salir muy cara. Nos va a salir muy cara. Bien, paguemos lo que se debe y, a otra cosa. En fin, Pedro, no me lo tomes a mal. Es que no me gustan los matones de patio y menos, los matones gilipollas; y estoy viendo cómo se crecen estos cretinos a los que les vas a dar tu merienda y la nuestra. Y en nuestro bocata llevamos una hoja de lechuga, mayonesa y LIBERTAD fresca. 

Qué no se me olvide el lunes hablar de los franceses, del dejà vu y de los camiones volcados en los Pirineos. Feliz finde, mis amores.