La Sareb

Muy buenos días. Es lunes, ese mágico momento de abrir cuadernos y afilar lápices. Colocad la goma de borrar cerquita, por si hubiera que rectificar a mitad de camino.
Pues bueno, estando en esta campaña qué no es tal, sale el tema de viviendas y alquileres y una palabra "la sareb". Cómo soy de naturaleza irremediablemente romántica, me lleva el palabro a una señora de origen massai, con los rasgos perfectos de Imán o Beyoncé , qué tiene todas sus múltiples propiedades en régimen de alquiler. Vale, pues no. Resulta que es el antiguo "banco malo", qué como tenía un nombre muy feo con 0 glamour y mucho desahucio y mucha historia triste o de carácter delictiva detrás, se lo cambiaron por este tan precioso. Osea: qué vamos a llenar páginas con liberar esos pisos y casas requisadas para que la parte de la sociedad más desfavorecidas tenga acceso a esa famosa vivienda digna. Lo que yo decía: las mil y una noches. Como cada cuatro años nos cuentan este cuento y le estoy empezando a coger un poco de tirria a Sherezade.
Yolanda Díaz, absolutamente arrebatadora, le contó ayer a Jordi Evole, qué las Unidas son unas tocacojones y que pa el que no quiere nada, tiene ella mucho. A ver, no lo dijo así, pero, vamos, prácticamente.
Entre la sequía y los conejos, la España vaciada, va a ocupar más piel de toro que la otra. Y mira que ya van años de advertencias, no sólo sobre el cambio climático si no sobre la sobreexplotación de la tierra, los mares de plástico en el levante con invernaderos infinitos y todas esas cositas fáciles de entender. Presiento qué a pocas semanas del día del juicio final, va a surgir de las entrañas de la tierra, un dedo índice con la uña llena de barro y abono químico. Y puede que lleve un tatuaje en la falange que ponga "gilipollas".
Y China lanza un cohete y los restos caen en Taiwán. Y ya estamos otra vez con la tensión por las nubes. Y es que China, Corea del Norte y Rusia, se las van a ver muy negras para ganar este año a los premios "más mejor amigo". Está la cosa ahí, ahí! A ver cuándo abren los teléfonos pa votar. Yo no tengo claro a quién voy a elegir. Cuando creo que mi voto va para Putin, el gordito norcoreano lanza un misil sin ton ni son rozando costas surcoreanas o japonesas  y digo, joder! Vaya puntazo! Este! Este va a ser mi candidato. Pero, luego llega el Xi Jinping y se va de comadres con Putin y mueve a cuatro mil portaaviones hacia el mar Negro y pienso Este! Este mejor!! Y así, todos los días. Espero que sean listas abiertas y podamos elegir con total libertad (de estos cracks, digo). Feliz lunes. Feliz semana 



Comentarios

Lo más leido

El lejano oriente

Astados y paquidermos

Autoconfitamiento