eMoción

Muy Buenos días. Últimamente, los lunes  ejercen como tales y todo se complica; así que, me los salto con pértiga y aquí estamos, a mitad de semana y con la moción de censura a punto de estrenar su segunda temporada. La de ayer aburrió hasta al mismo yayo Tamames qué pidió receso pa comer, pidió a Sánchez qué sintetizará el "tochazo" de discurso, pidió varios cambios de tercio y hasta le pidió la hora al árbitro. Dicen que Sánchez aprovechó el Show para darle alas a la Yoli qué iba impecable y con su libreta de sumar bajo el brazo. Abascal, sabiéndose productor del probablemente más peripatético sainete de los últimos 20 años de la política española (si es que se me permite la expresión), salió al escenario con la arrogancia que solo puede otorgar el desprecio por el "respetable" reunido en el anfiteatro. Los nacionalistas, como buenos lazarillos, no desaprovecharon sus minutos en el escenario para pedir unas monedas. Y Feijoo?? No se presentó. Dicen que estaba en Génova encerrado en su despacho, con la pantalla plana de 5 metros cuadrados y los cascos bien encajados viendo el último concierto de Taburete a todo lo qué daba el ecualizador El bar del congreso, creo que hizo la misma caja qué el Corte Inglés de Marbella en plenas navidades (probablemente, hoy figure en su carta el gintonic a precio de berenjena). En fin, qué la comedia tornóse bufa y una siente en el alma que no hayan declarado estos dos días como festivos y poder disfrutarlo todo en directo y no tener que conformarme con los resúmenes de los informativos y los editoriales de la prensa escrita.
Tirarííííí!!! Putin y el chino reunidos buscando la paz (Jesusito de mi vida eres niño como yo) en un Kremlin qué yo necesito saber con qué limpian esos suelos que brillaban como espejos. Eso va con cera y una pulidora industrial, no? Porque, a mi no me jodas, eso con la mopa y el Pronto, no sale. Bueno, qué ahí están los dos más "más" pergeñando un plan de paz qué da más miedo qué la propia guerra (y mira qué acojona)
Macron libra una moción de las de verdad y sigue con los franceses en las calles quemando lo que encuentran, incluido su mandato. A ver si tienen suerte y consiguen mantener lo que otros no supimos.
Las bancas hundidas están siendo rescatadas por las que flotan y algunas compradas a precio de ganga. Qué, al final, era de lo que se trataba. Esto os lo digo yo, qué soy de familia de pescadores en aguas revueltas.
Pues, nada, a por el miércoles!! Con grandes sonrisas. No toca llorar. El día qué toque, los de klinex van a poder comprarse también un banco de esos en Suiza. 

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