Queridos Reyes Magos

Muy buenos días. Es lunes de los de verdad; de los que inician semanas laborales normales con su miércoles a mitad del asunto y su San viernes sin haber tocado tierra. Después de tanto brilli y tanto regalo y tanto festejo y tanto roscón, toca volver a desayunar los cereales integrales recien recogidos del suelo de una carpintería, llenar la cantimplora con los dos malditos litros de agua (sin misterio, qué nos conocemos) y salir a enfrentarnos al mundo.

Queridos Reyes Magos: 

Sé que la carta va tarde, pero este año fui tan mala, qué no me atreví a pediros ni una crema hidratante. Preferí escurrir el bote de Nivea Sun / protección 1324 del verano del 2006, antes que enfrentarme a un rapapolvo de los que empieza con "querida amiga" y acaba con un "...y todavía esperarás regalos, menudo morro qué te gastas!" Os diré que vuestra Magna campaña, este año ha sido un éxito total con los pequeños desembalando paquetes como si les hubiéramos enchufado un psicotrópico para acabar jugando en el parque de al lado, en unos columpios de dudosa homologación, sin llevar bajo el brazo ni uno sólo de los juguetes qué nos hicieron sudar sangre y agotar saldos de móvil, en el intento de que no lo tuvieran, qué a sus padres les parecieran correctos y el presupuesto alcanzara, en un exquisito ejercicio de estiramiento olímpico. Apenas habíais cruzado los Pirineos, el Tribunal Constitucional puso en marcha su reforma y, ahora parece que va a ser progresista. Gracias por la vaselina qué tanta falta estaba haciendo. Harry, el pequeño de los Windsord (no me lo confundais con el Potter), va a publicar sus memorias y acaba de hacer un adelanto de las mismas que deja en ropa interior al vodevil de las Griñonas. Entre todas las historias que nos cuenta, me quedo con la bronquísima qué tuvo con papá CharlesIII y su hermano Guillermo el perfecto, marido de Catalina la perfecta, cuando lo del funeral del abuelo Eduardo. Os acordáis de aquel bucólico paseo de los tres hombrones por los jardines de Kensington, o Buckingham o lo donde sea? Aquella imagen en la que Megan y Catalina caminaban juntas y sonrientes, mientras se veía desaparecer por un sendero idílico a los tres hombres de Diana? Vale, pués, en cuanto les perdimos de vista, empezó una movida por la entrevista con Oprah Windfrey y dice Harry qué se le pusieron todos locos y qué casi se dan de ostias, mientras su hermano le cogía por los hombros y le repetía que le quería. Es de suponer qué entre las sonrisas qué Cati le dedicaba a Meg, caía cada dos segundos un "ni te muevas, zorra, si quieres volver a a ver a tu marido entero". Os lo comento, porque yo no fui buena, desde luego; pero igual deberíais hacerle llegar al obeso vestido de rojo y blanco un ejemplar del libro en cuestión. Qué todavía se va a convertir en betseller y cualquier día van a renegar del anglicanismo, se van a hacer Católicos y os van a escribir carta en Diciembre. Lo digo, porque tengáis información de antemano. A la vez que cruzabais territorio galo, en Brasil se desató la locura. Unos dos mil bolsonaristas tomaron el Congreso, el Senado y el palacio presidencial emulando aquel famoso ataque al Capitolio de hace dos años. También os digo, Majestades, qué ná qué ver. El glamour de Búfalo Bill con el torso descubierto, en pleno invierno whasingtoniano,a -3°, está en las antípodas del chándal Verde y Amarillo de los insurrectos brasileños en su verano de 35°. El caso es que el ejército, a pesar de ser invocado, no se ha movido de sus cuarteles. A los militares, de momento, podéis traerles regalos el año qué viene; y a Bolsonaro, también; qué estaba el pobre de turismo por EEUU saludando a Mickey Mouse, bien lejos de la movida. Ojo, qué a estas horas, aún quedan rescoldos de la revuelta. Por su parte, Putin dijo algo de una parada técnica en la guerra con Ucrania y, a la vez, bombardeó y masacró lo más grande. Y, ahora diréis que soy una acusica y tal. Mientras cargábais de combustible vuestros camellos, ya sin la bonificación del 20%, otras dos mujeres fueron asesinadas en España por parejas y exparejas a las que os deberíais haber llevado bien lejos, al lugar del que ya no se puede salir nunca jamás. El mundo sigue muy enfadado(polarizado, dicen los que saben) y yo creo que esto, no es más que la consecuencia de algo que trasciende mucho más allá de políticas. Es la intención de unos pocos de aborregarnos para mandarnos mejor. Dividirnos y no dejar que riamos juntos, ni cantemos juntos, ni hablemos. Es mejor sembrar el odio y el hambre, porque juntos, destruyen cualquier vestigio de solidaridad. La unión siempre hizo la fuerza y eso, es muy peligroso. Sé que así, a primera, vista, puede parecer la carta de una resentida, pero es la verdad. Por si no me creéis, os envío una suscripción anual a todos los periódicos de mi país. Ahí lo vais a ver claro. Leerse cada mañana los titulares y el año que viene, hablamos de mis regalos. Ahora os dejo qué como no me ha caído ni el reintegro en la lotería (no miro a nadie) tendré que salir a buscar las lentejas.

Os quiere (?) Aurora Muñiz con muy poco sentido y menos común.