Cuatro dias
Muy buenos días. Es miércoles y esta es la primera crónica de este 2023, qué no ha cumplido 4 días y ya dan ganas de dedicarle un 'Informe Semanal" o un debate en el Congreso.
A ver, Ratzinger, finalmente, no se quedó a ver el "atuendo" de mamá Pedroche, qué este año, especialmente, me recordaba a ese cuento de un Rey estafado por unos sastres codiciosos, en el que un pequeño sin vergüenza o sinvergüenza, como queráis, termina poniendo raso por sencillo la gran verdad "El Rey está desnudo!!". Chica Mary, qué se ponga lo que quiera, pero qué dejen de hablarnos de laboriosos trabajos durante una año con la coordinación de no sé quién y las manos de no sé quién más, para ejecutar un tul cosido al bies y una reproducción del mapa de Asturias chorreante en goma Eva!. Na, Benedicto, qué no te perdiste nada. Y luego, qué si te entierras sin los zapatos rojos... Venga ya! Nos ha dejado también Nicolás Redondo padre. Un ugetista de los de verdad, de los qué ponía en jaque al gobierno de Felipe González. Risto Mejode, se corona con una de las frases más amargadas y amargantes qué se han dicho justo antes de atragantarnos con las uvas y el Ibai haciendo repesca de lo que las grandes cadenas no quisieron, logró una triunfada solemne en la entrada de año.
Mientras despiden a Pelé en Brasil, elevan a los altares al nuevo/viejo Lula da Silva. El Rey y Yolanda Díaz, representando a España en el evento. Vaya pareja de guapos! Nada, no digo nada más, qué luego Letizia se mosquea y deja de leerme antes de entrar en el gim.
Mario Vargas Llosa, deja a la ex marquesa de Griñón, por diferentes causas que abarcan desde los celos hasta la Viagra y, la nueva marquesa de Griñón, perdona y retoma su relación con el vilipendiado Iñigo Onieva. Dos exclusivas, DOS. Así , también salgo yo a comprar los Reyes. Me dice una amiga muy pija qué tengo yo en la Villa y Corte, qué el pobrecito se hizo el camino de Santiago descalzo y que iba repartiendo entre los pobres romeros sus cárdigan y sus blazers. Qué hizo penitencia todo el camino, sin probar un triste pimiento del padrón, ni una ventosa de pulpo y qué cada día, rezaba un rosario y lo transmitía vía streaming con Tamara y su grupo de WhatsApp. Be careful, Iñigo!! Qué esas transmisiones las carga el diablo! Mira a los rusos del Donetsk! Todos reunidos en no se qué local. Llegan los nuevos reclutados llorosos y amedrentados y qué hacen? Pués mandar mensajes a mamá y a las novias rollo "querida Milagros", olvidando que los HIMARS son misiles qué un corsa adelanta por la autopista sin despeinarse, pero qué te localizan la señal de un móvil como un Pointer Inglés. Hablamos de casi 400 muertos por la broma de llamar a casa. Si os veis en un frente, por lo que sea, jamás se os ocurra haceros un selfie en pleno campo de batalla y, menos aún, enviarlo.
Tenemos una fiesta ilegal en Granada, a las afueras de un pueblo, qué ya lleva cinco días chunda-chunda-chunda, con miles de personas bailando, comiendo pizzas, recibiendo masajes, chumando lo más grande y fumando y metiéndose de to pal cuerpo(a mi lo que me cuentan, ojo) y dice el alcalde qué no sabe cuándo se irán y qué le tienen la cabeza loca con tanto chunda chunda y qué, por Dios y por la Virgen del Rocío, qué se los lleven de allí porque las señoras del pueblo ya se están organizando pa ir a mirar, qué chica, algo tan grande igual es digno de verse y de tocarse. Y dicen los maridos de estas mujeres, qué tiene qué intervenir la guardia civil porque, éstas son muy de quedarse como bobas mirando pa un malabarista y ellos, sin cena al llegar a casa de echar la partida. Homérico.
Y diréis vosotros, pués pa pasar tantas cosas, tampoco tiembla ninguna baldosa bajo los pies. Ya, bueno, eso es porque aunque ya hay dos elegidos desde antes de las uvas, el Constitucional sigue sin renovarse ni ganas que le pone; y, por eso no notamos nada de nada. La balsa de galipote nos tiene a salvo de movimientos abruptos.
Adiós, Elena Huelva. Influencers cómo tú, son las que este mundo necesita. Descansa en Paz. Vamos al lío, pajes y pajas, qué diría un periodista...
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