Unis de Otoño

Muy buenos días. Es lunes y hay que empezar a prepararse para dibujar una semana llena de pequeños y grandes proyectos. Revisad los estuches y qué no falten goma de borrar y tajalápices o afiladores(qué siempre se me olvida qué lo del "taja" es patrimonio astur).
A ver, este finde, mientras muchos descansábamos y remoloneábamos por casa y paseábamos y vermuteábamos y tal, en Podemos celebraron una "Uni de Otoño", qué viene a ser un congreso para poner fina filipina a Yolanda Díaz, pero sin decir "Congreso" porque suena muy heaveyy y muy poco boho-chic. Rescataron el color morado, las soflamas populistas, a Pablo Iglesias y a Monedero, acompañados en el escenario por la incombustible Irene Montero. Acusaton a la vicepresidenta de querer disgregar a la izquierda 2.0 con su nueva formación "Sumar", entonaron cánticos apocalípticos "ay, de aquella que no respete a Podemos", pero qué si hay que ir con la plataforma de la Díaz a las urnas, se va. Pero no nos caes bien, Yolanda, porque domésticas a la izquierda y eso, no. A nosotros nos encanta la Belarra; y, si un día te pusimos ahí fue porque teníamos nublado el entendimiento porque nuestro gurú Pablo Iglesias había dejado la política, pero ya ves qué no. Bueno, no lo ves porque no viniste a la Uni de Otoño y tienes una falta de orden; y, otra, Garzón, qué tampoco vino y no presentó justificante. Fue muy emotivo ver a los tres jinetes del partido del logo de boogaboo, como antes, como siempre, pero no igual... Pablo, sin coleta; Irene de Purificación García (tenía toda la pinta), Monedero con montura de Valentino para Óptica Madrileña... No sé, muy cool todo. Y, lo mejor, el beso final entre Irene y Pablo. Con lengua! Alguien me lo puede explicar? Es que llegué tarde y ya no había libretos. Bueno, qué eso, qué las mujeres en la política española, o están calladitas o van a tener que tirar de ametralladora. Santa Isabel, presiona a Feijoo para que no haya acuerdo en la renovación del CGPJ. A ver, yo lo que me cuentan, eh? Qué luego andáis diciendo qué si esto qué si lo otro...
Piqué se despidió un poco del Camp Nou, llorando como una Magdalena; pero, un poco, ya te digo. La gente gritaba: President! President! enardecidos todos, mientras el Gerard miraba al palco con ojos de deseo. Luego hubo una gran fiesta en un hotel de renombre con mucho cava, mucha butifarra, mucho futbolista, pero y sobre todo, mucho "poderoso".  No sé si estaba Rubiales en el ágape porque la mi amiga que trabaja de camarera, dijo que había tal barullo, qué imposible identificar a todos; pero, que vaya saque tenían todos. Qué quedaron las bandejas limpias, y que mucho traje de Armani y mucho chándal de Nike, pero qué parecía que venían de una guerra. Hablando de guerras: mucho misil supersónico y mucho dron iraquí, pero la forma de aniquilar a un pueblo es dejarla sin comida y sin calor. Ucrania, con todas las simpatías del resto de Europa, va a sucumbir a la estrategia de las guerras púnicas. Nada nuevo bajo el sol, amigos. Sólo nuestras esperanzas. A por el lunes.

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