Viva España
Muy buenos días. San Viernes. Cuando te cae un miércoles festivo, la semana se alarga o se acorta? Es que todavía lo estoy valorando. Bueno, a ver, la cosa fue que el miércoles 12 de Octubre, me levanté de la cama imbuída del espíritu más hispano qué recuerdo en toda mi existencia y, directamente, puse la uno para dar rienda suelta a mis sentimientos patrios, qué pa una vez que afloran, no era cuestión de dejarlos morir.
No debía estar yo muy despierta, también lo quiero resaltar, porque si no lo comentan los "periodistas" a cargo de la retransmisión, ni me pispo del "eterno minuto" qué Sánchez hizo esperar dentro del coche a los Reyes Magos. Bueno, la cosa, qué se baja Letizia del coche montada en esos stilettos color crema, qué la elevaban a no menos de doce centímetros sobre el suelo, desafiando a todos los neuromas de morton y de quién haga falta, envuelta en las finas gasas de un vestido con lunares, aberturas en las mangas, cuello imposible de mantener sobre los hombros en una mañana de viento con una especie de capelina cruzada y, atención, un moño elaboradísimo del que, chíiiin-chíiin-chíiin... SE HABÍA SOLTADO UN MECHÓN!!!! Y no me contéis que el peinado era así, porque no cuela. Eso pasa por capear la melena. Qué siempre se lo digo yo a la peluquera cuando voy a arreglar las puntas: No! No me lo capeés, qué luego no puedo hacer coleta! Consternada, por el "deshabillèe" de nuestra reina, casi se me olvida fijarme en el vestido de Carolina Herrera de Sofía. Ejem, ejem... Ese vestido... A ver, la que/ el que/ lo que viste a la infanta es un crack! Capacitada/o/e para encontrar en el trastero del attelier de Carolina Herrera cosas como esa especie de camisón azul qué se peleaba con la chiquilla todo el tiempo. El desfile fue maravilloso e impecable. Estaba yo esperando por un choque contra una farola o una exhibición de la bandera republicana o una interpretación de "mi carro" en vez de la marcha de "las corsarias" pero, no. Todo perfecto. Bueno, salvo el percance del paracaidista con la bandera, qué estaban los comentaristas alabando las virtudes del soldado qué descendía desde los cielos con los 15kgs qué pesaba el sistema de contrapeso del emblema de 50ms cuadrados y yo, desde el sofá, con las gafas y mi pijama de Primark pensando: eso está enredao. Y la comentarista venga a darle a la pericia del soldado y lo comprometido del asunto. Y yo, eso no va bien. Y, entonces, el chaval con nervios de acero, consigue desliar el telar aquel y aterriza perfectamente delante de la tribuna de sus majestades y yo salto del sofá enardecida aplaudiendo y gritando "Ole tus güevos!". Y mi hija, desde la cama: mamá, estás loca o qué???? Pero es que me vi por un segundo saltando con mi paracaídas de Stella McCartney y notando que tengo 54ms de tela hecha un gurullo mientras desciendo a 50kms/h y me vi histérica pérdida intentando sacudir aquello que se enroscaria en mi cuerpo cual boa constrictor y, acto seguido, me vi aterrizar momificada en rojo y gualda frente a la tribuna de Abascal cagándome en la puta bandera. Fueron los peores tres segundos de mi vida. Los tres peores segundos hasta que, a mitad del desfile aproximadamente, una de las reporteras de RTVE comenta qué tanto la reina cómo Irene Montero, han comprado sus modelitos a la misma firma de ropa; y qué se trata de una empresa de venta on line. CÓMO?? Se me cayó por el sofá el café. Letizia y la Montero? La misma firma? On line??? Nenaaaa!!! Baja, por Dios! Qué la reina lleva un vestido de SHEIN!!! Vale, qué luego ya dijeron que era una firma sevillana y tal, pero, así de momento, mira... Un desasosiego, un malestar general, una comezón... La Yolanda Díaz iba... Espectacular. Sin inventos raros. Un Purificación García bien ajustado, a salvo de vientos revoltosos, color dorado con unos zapatos maravillosos, de esos con el dedin fuera y altísimos a tono con el vestido. Luego llegó la recepción con la ausencia de Lesmes, qué no está la cosa pa corrillos con tres cuartas partes del CGPJ y el Constitucional en pleno, jodiendote el Bloody Mary con que si tenías que haber aguantado un poco más, qué si eres un tal o un cual y todo el mundo mirando si pones buena cara o si te dejaste un pelillo en la nariz cuando te afeitaste está mañana. 2500 invitados. Cuatro tandas de besamanos. Cuatro descansos entre ellos. Abrazos, traiciones y pactos secretos. Y Letizia y Morton, luchando por encontrar una horquilla pa sujetar el maldito mechón declarado en rebeldía. Admiro profundamente, desde mi rojez, a las fuerzas armadas de este país. Confío en que, de ser necesario (Dios y Putin no lo quieran) nos defenderán con sus Panters 234/78 y con sus propias vidas y, eso, genera en mi, el mayor de los respetos. No admiro ni respeto a aquellos que hacen que nuestro ejército pertenezca a sus filas. Los que nos "recuerdan" cada vez que hay ocasión y, si no la hubiera, la pintan, qué la bandera de España cubre a los hijos de una patria diseñada a su medida. La bandera tiene muchos más qué 54metros cuadrados y cabemos todos. A veces, conseguís hacerme olvidar lo importante. Viva España! La de todos!
Comentarios
Publicar un comentario