A tomar pol...

Muy buenos días. Es Viernes. San viernes, por centrar un poco el tiro. Aquí me tenéis desayunando como si estuviera de hotel: bacon, huevo frito, té verde con hielo y limón... Y es que fue echar un vistazo rápido sobre las noticias y dije yo: qué dieta ni qué prisas pa coger el bus pa ir a donde, si en una de éstas el misil del gordi no va a caer en el mar y nos vamos a ir todos a tomar pol culo. O, a lo mejor, sí que cae en el mar pero se cruza con uno de los misiles americanos o surcoreanos, de esos que mandan como respuesta, desvía la trayectoria y nos vamos todos a tomar pol culo. O, a Putin se le acaban los reservistas porque están todos huidos en Finlandia o en Polonia o en Cangas de Narcea y decide acabar la guerra con un misil y nos vamos todos a tomar Pol culo. O a Dios/Alá/Buda/Confucio/ se le llena la capacidad interna de la paciencia y nos manda un misil y nos vamos todos a tomar Pol culo... Y, dije yo: Nena, qué te apetez desayunar? Tiré pa la nevera y me acabo de autoenviar un misil de carbohidratos, grasas saturadas y proteínas, qué no lo salta un gitano. Lo del té verde, fue porque no me entra un Rioja, a estas horas, francamente. Y, alguno estará pensando que me levanté vaga y no quiero trillar prensa. Tiene toda la razón. Si alguien quiere resumir lo que pasó en Madrid entre dos colegios mayores de esos de sólo hombres/sólo mujeres, adelante. Lo de los cortes de energía anunciados por Europa, o lo qué nos cuesta comer, o lo de la renuncia de Ortega Smith a la presidencia de Vox(lagarto, lagarto), o quiere analizar las declaraciones de Tamara Falcó en un congreso del Opus e, incluso, se atreve a calificarlas,  adelante! Ahí os dejo los trastos de matar. Yo me voy a digerir mi bomba calórica mientras descubro cosas sobre la nueva Nobel de literatura y disfruto de Alma Gráfica este finde en Trascorrales, dedicada la exposición este año a Alberto Martínez y en la que partipan un par de amigos nuevos, de esos qué no quieres hacer porque "ya tengo el cupo completo", pero qué la vida te mete a calzador. Deseando volver a vivir La Cueva a través de los ojos de Ángel Cajal. Eso es a lo que voy a dedicar las próximas 48 horas de mi vida. Cosas realmente importantes qué no me gustaría haberme perdido si, al final, un misil norcoreano o ruso o taiwanés o guatemalteco nos manda a todos a tomar pol culo. Nos vemos el lunes con la chía y el mijo sobre yogurt bio. Lo prometo. 

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