Xiringüelu
Hoy tocó Xiringüelu. En el tren de las ocho y cuarto de la mañana que me lleva a currar, había una legión de jóvenes con sus botellones, la mayoría recién duchaditos; una minoría, de doblete. En mi reducto de cuatro asientos, enfrentados dos a dos, una pareja de guapo y guapa, cursi él, excesiva ella. Sus amigos, al otro lado del pasillo. A mi lado, un dobletero absolutamente arrebatador, con su puntito de canalla. Iba de single, pero estoy segura de que hoy habrá tres o cuatro afortunadas qué se lo van a beneficiar (mínimo). Bueno, me salto el capítulo del escanciado y cata de sidra y calimochos a la hora de un colacao con magdalenas, porque cuando lo pienso se me revuelve la úlcera (no se puede hacer uno mayor...), Voy directamente al asunto de los clichés qué se repiten desde qué el mundo es mund: Vi en el tren, frente a mi, a esa amiga o prima exuberante con encefalograma plano pero qué se comió todo lo que se quiso comer con una leve caída de pestañas y escote, mientras tú te qued...