Diplomaqué?
Muy buenos días. Es miércoles, estamos a mitad de camino de mil historias y hoy es uno de esos días graciosos: 2/2/22. No es muy raro no haber leído ninguna profecía apocalíptica vinculada con esta fecha? Debe ser porque, más que una fecha, parece un estanque, con tanto patito; pero tener, tenemos todos los mimbres pa una trama que habria dejado en gayumbos a la peñita de Nostradamus. Pandemia mundial, azote de sequía por el cambio climático, una guerra en ciernes, la sombra de Azúcar Moreno sobrevolando Eurovisión... Home! No me digáis a mi, qué no hay tema! En lo de la guerra que se está cociendo al Norte de Europa, la diplomacia está trabajando como una mula de carga para resolver el conflicto: Ayer mismo, el secretario de estado de los Estados Unidos (adoro las redundancias inevitables), se puso firme con su homólogo ruso. Blinken le dijo a Lavrov qué si no van a invadir Ucrania ni ningún otro país, qué recojan sus misiles y sus soldados porque tenemos la frontera como una leonera y EEUU no es la esclava de esta casa, qué me tenéis como una esclava, todo el día fregando y recogiendo y el día que falte yo, os va a comer la mierda, desagradecidos, que sois unos desagradecidos: y le advirtió de que, como sigan calentando el asunto, les va a dejar sin la paga del domingo. Lavrov, se pudo "chulo pero no tanto" y dijo que la culpa era de los ucranianos porque siempre estaban pinchando por debajo de la mesa. En medio de estas fructíferas conversaciones, Viktor Orban, nuestro querido líder húngaro, fue a ver a Putin pa decirle que no se preocupase porque él estaba allí pa lo que se necesitara de su país y de su persona. Qué la OTAN eran unos pijos y que su país era socio porque ya sus abuelos habían empezado a pagar las cuotas y, ahora, como que le jodía dejar de hacerlo porque uno nunca sabe si va a necesitar de unos aliados y tal, pero que no iba nunca el día del socio ni nada. No obstante, le recordó que el mejor camino para resolver conflictos internacionalrs es el metodo húngaro, basado en el respeto mutuo. Y, de paso, le comentó lo encantado qué está con el suministro de Gas soviético y lo caro qué está todo y lo que cuesta calentar Hungria y , a ver si le pasaba un folleto con las ofertas de febrero... Como veis, está todo muy bien encaminado y no tenemos de qué preocuparnos, porque la diplomacia sigue siendo el mejor camino para resolver problemas de comunicación. Los profesionales amenazan con sacar la zapatilla y Orban con el respeto mutuo. Jesús, llevame pronto.
Comentarios
Publicar un comentario