Feliz Navidad
Era la mañana de Nochebuena. El cielo estaba nublado y pensó, desde su cama, en el millón de cosas qué tenía que hacer y lo agotador qué resultaba pensar en ellas. Otra Nochebuena de pandemia con media familia (literal) aislada en sus casas por haber tenido contacto con un positivo. Igualito que en el congreso. Es que en su casa siempre habían sido de frecuentar gente con buen rollo. Lo tóxico solo les gustaba en otros formatos. Sonaba fuera la radial del vecino ajeno a fiestas y ñoñerias: hasta la hora de cenar, la vida sigue igual. Podría haberse llamado Julio Iglesias y todo encajaría; pero, coño! Qué se llamaba Ángel!!
Mientras se preparaba un té, pensó en lo mucho que habían cambiado las cosas en un sólo año y en los GIFS que inundaban su teléfono. Algunos de personas que, intuia, escogerían una postal navideña bien hortera, con mucha purpurina y mucho reno volador y le darían al "enviar a todos mis contactos" y ahí estaba ella. Pero no le importaba y siempre las respondía con un Feliz Navidad para ti también " fulanite"; pa dejar bien claro qué era mucho más mejor y no mandaba cosas a la gente sin ton ni son y que sabia perfectamente a quien dirigía sus buenos deseos de paz y amor, no como otres ... La parte más hermosa del año, era ésta. Nunca conseguía alcanzar la santidad que se requiere, pero lo intentaba con todas sus fuerzas, aun a sabiendas que a la segunda tontería en la mesa iba a salir como un cohete con un "iros a tomar por el culo!!!". Pero, si, las mañanas de Nochebuena eran mágicas. Lastima que los rusos y los ucranianos no perciban el olor a consomé y sigan tentando la paciencia del otro. Y que los empresarios hagan currar a los empleados de los supermercados hasta la hora en que sus amigos ya se retiran pedo del vino navideño a cenar. Y que las mascarillas vuelvan a ser obligatorias (debería haber más inconsciente encerrado en su casa por contagio). Y que los ácratas hayan metido por las chimeneas de cartón piedra al gordo del trineo y ya nadie se acuerde de lo importante: De la Luz y de la Música. No es la Luz de las calles de Vigo, ni la música del concierto del Mesías qué no pudo ser(aunque trajo el milagro de demostrarnos qué si te vacunas y lo deseas con todas tus fuerzas, una PCR positiva, se puede volver negativa al pasar unas 24 horas). La Luz es esa emoción grande, o pequeña, de recordar a los ausentes mientras se te calienta el alma con los que aún están aquí. Es esas ganas de brindar aunque sea con un frenadol por estar aquí y ahora. Y todo con la música de fondo de las carreras por el pasillo de los niños que un día estuvieron contigo compartiendo peladillas incomibles y trocitos de turrón robados de la mesa de los mayores. Es la musica de la voz de un amigo que te llama para desearte esa paz qué tan poco gastas durante el año. Recordó, mientras se envolvía otra vez en el edredón, qué "Navidad" es algo más fuerte que un misil hipersónico made un China y que la mayoría no sabe que se trata de Fe. Casi mejor. Así no se asustan.
Feliz Navidad para todos vosotros. Voy a compartir la crónica porque, si os la envío personalmente, no llego ni pa mandar a tomar pol culo al final de la cena. Pero, sabed, qué es un deseo personalizado y único para cada uno de vosotros
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