Decíamos ayer

Muy buenos días. Es lunes y todo vuelve a empezar. Después de la tormenta de esta noche, todo brilla como si estuviera por estrenar. La semana pasada se reunieron los 7 más mejores del mundo en un balneario de Cornualles para hablar de sus cositas, mientras hidrataban sus pellejos entre masajes y baňos de lodo. Todo ello regado con buenos caldos y mejores manjares, qué no sólo de cumbres vive el hombre. Después de un aňo sin encontrarse, así, en petit comité, por culpa de la pandemia, tenían unas ganas de verse... Boris Johnson se estrenaba como líder del brexit. Iba inflado como un pavo el día de acción de gracias. Lástima que Biden llevaba en la maleta los trastos de trinchar. Dice una amiga mía qué trabaja de mezcladora de polvos para llegar a lodos en el balneario en cuestión, qué, por mucho que la prensa diga que fue todo muy bueno, muy rico y muy abundante, qué vamos a tener vacunas para todos y que los americanos siguen exigiendo las cuotas de la OTAN, pero con cariňo, se liò pardísima entre los dos angloparlantes. Porque mucho brexit, mucho acuerdo y lo que quieras, pero, al parecer, la frontera con el Ulster sigue sin barrer y hay tensión. Y, con tensión no se puede vivir porque te vuelves irascible y por un quítate pallá, brotan chispas y no puede ser. Y dice mi amiga, la de los polvos, qué oyó qué él rubio del 10 de Downing Street no debe estar cumpliendo con lo acordado y tiene a los irlandeses haciendo ejercicios espirituales pa no sacar el trinitrotolueno de las bodegas y, el Biden qué desciende de irlandés por parte de padre...se tiró al monte y vamos! Qué muy entretenido todo!

Se celebraron primarias en Andalucía y la pobre Susana, vuelve a quedar como la chata pumarin (qué es una figura a la que evocan los ovetense cuando quieren decir que alguien perdió por segunda vez unas primarias, después de  cacarear la victoria y es que no se debe vender la piel del oso antes de cazarlo) . Nunca. Bueno, pues eso, qué Susana y los varones del PSOE van a pillar la oferta del 20% de descuento en Cornualles pa desestresarse y volver a la carga. Ojo, qué él lodo está usado.

Y tengo que dejaros porque es muy tarde y luego se me atraviesa el lunes. Dicen que, al final, Fray Luis nunca pronunció la famosa frase del título. Yo, se la sigo atribuyendo porque soy una romántica sin remedio y, si no lo dijo, seguro qué lo pensó. Sonreid. Intensa y profundamente. 

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