Tomates
Muy buenos días. San Viernes, gracias a Dios. Estaba yo aquí en mi casa valorando la posibilidad de plantar tomates en el patio y tal, cuando me da por asomarme a la prensa y, tras echar un vistazo a la sección "nacional, he decidido cambiar de idea : paso de tomateras y voy a plantar un árbol de tranquimazines. Pa mi, que les voy a sacar más rendimiento.
Resulta que tras la victoria nada pírrica de Santa Isabel y el aparente mutis de Pablo Iglesias, se desataron las locas de este nuestro amado país. Hablo de España, a ver si alguien está pensando en Groenlandia. En el PSOE, las huestes de Felipe González (acordarse de aquella chaqueta de pana con coderas... Aínss!!! qué tiempos aquellos...) salieron de sus cómodos áticos del barrio de Salamanca, en bata de guatiné y zapatillas de termofoam anunciando el apocalipsis y pidiendo la cabeza de Sánchez. Y quien dice Sánchez, dice su equipo en Moncloa. Volvieron a sacar a la rubia de las mechas californianas que se presenta a las primarias andaluzas, dispuesta a aplastar con sus plataformas de hebilla al pobre Juan Espadas, cual escarabajo patatero, para posteriormente acceder a la presidencia nacional en un supuesto adelanto de elecciones ( Dios no lo permita porque yo estoy empezando a aborrecer tanta urna y tanta campaňa y tanta promesa) Sánchez contraataca y abre expediente de expulsión de militancia a Redondo y Leguina por apoyar a Santa Isabel y por ser más felipistas que el propio Felipe. Gabilondo, qué debe ser una de las cabezas más lúcidas de este país, asume la derrota sin dramas y dice que no dimite, que a cuento de qué! Y es que, si cada candidato que no gana unas elecciones pierde el puesto, a ver quién es el guapo que sale de mítines ocho días, furgoneta palante, furgoneta patràs, tol día escuchando la música ratonera del partido pa, si no arrasa en las urnas, poco menos que te destierren por sedicionista! A las dos horas, lo dimiten de todo lo dimisible, una gestora se pone al frente de la federación socialista madrileña y a Gabi le da un chungo al corazón y lo tienen qué ingresar. Parece que es leve la cosa y está tranquilo. Lo dijo Ayuso qué se acercó al hospital a verle. Ay, Dios!!! Qué se acercó al hospital a ver a Gabilondo y la recibió!!!! No te preocupes, Gabi, te saco billete pal autobús de Laponia antes de que te echen de la comunidad de vecinos. Y ya tenemos otra crisis interna de esas qué tanto jugo ponen en las tertulias de los bares. Y, qué digo yo, qué ya sabéis que no tengo puta idea de política, qué sí no se habrán dado cuenta los eruditos de que hay elecciones que no las ganan los partidos, si no las personas. Qué la victoria de Santa Isabel no tiene nada que ver con el PP; qué va de lo que vende ella en su mismiedad. Va de hosteleros, taxistas, artistas, carniceros... Ciudadanos (perdón) ellos. No sé, es por arrojar un poco más de mierda en el asunto, no me lo vayáis a tener en cuenta.
En Unidas Podemos, se aquelarran Irene Montero y Ione Belarra para que la Yolanda esa que sustituye a Pablo Iglesias en el gobierno no se pase de lista, qué se le están viendo muy buenas formas y se le nota qué usa acondicionador después del champú y perfume. Por no hablar de lo planchada que lleva las camisas y qué casi no usa el lenguaje inclusivo. A ver si se les colò una errejona... Hay que tenerla vigilada de cerca
Ahora resulta que tenemos AstraZenecas pa dar y tomar y van a vacunar a to dios con ellas porque no las vamos a tirar, con lo qué nos costaron y, encima tenemos los congeladores petaditos y este finde se acaba el estado de alarma y vuelven los domingos de barbacoa y dónde vamos a meter los criollos y el churrasco. Qué esa es otra, lo del fin de las alarmas. Las comunidades autónomas, recuperan ese don para hacer lo que más convenga y se avecinan situaciones fellinianas por poniente. Unos, qué van a seguir con el toque de queda; otros, qué a las barricadas! Algunos, cuarto y mitad de cada... Ya veréis, el lunes todo el mundo a consultar el boletín oficial de la Comunidad, antes de salir de casa, no vaya a ser que hayan hecho obligatorias las mascarillas de lunares y no nos dejen subir al bus. No sé, igual me decido por las tomateras y qué le den a mi sistema nervioso! Es mucho más divertido vivir en continua taquicardia.
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