Carmina Ordoňez qué estás en los cielos

 Muy buenos días. Es miércoles y parece que, previo pago de 30M de lereles, el carajal del Tarajal, está más o menos controlado. Para no herir la sensibilidad de nadie, ya os advierto una vez más,  de que carezco de la licenciatura en ciencias políticas(entre otras muchas carencias que atesoro, ya sabéis...) , qué no trabajo para ningún gobierno (más quisiera yo) y que mi vocación de catequista fue tan breve, que no se conserva ningún documento ni actitud que la acredite (chica, Mary, con lo qué una fue!)  No obstante, tirando de la audacia del ignorante, me atrevo a compartir mi visión del asunto de Ceuta y Melilla vivido ayer;  así que, es el momento para abandonar esta lectura y entregarse a cosas más dignas, todos los que gastan esa piel fina, fina. 

Pues veréis, resulta que ayer se celebró en Marruecos el día internacional del turismo y jornada de puertas abiertas; mucha gente que vive de puta madre entre todo tipo de lujos y con acceso a sanidad, educación y tal, decidió asomarse a España, más que nada por lo de ampliar su visión del mundo y hacer un poco de tourné, visitar sus playas, hacer unas compras y jugarse unas partidas de Blackjack en el casino. Los militares de la frontera se encargaron de abrir las verjas y el gobierno alauita fletò autobuses para que nadie se perdiera esta maravillosa propuesta sociocultural. Como aquí, en España, somos muy... especialucos pa estas visitas sin avisar, desplegamos nuestro comité de bienvenida pertrechado con mantas, termos llenos de café, botes de humo y mucha humanidad. Y no es coňa. La ciudad de Ceuta, desbordada ampliamente por la llegada de tantos turistas, pidió ayuda al gobierno, qué a su vez se la pidió a Europa, qué, a su vez, se deshizo en buenas palabras y nos dejó el marrón con toda la diplomacia del mundo. Alemania, quiso estirarse un poco más porque tiene intereses en el Sáhara, pero, vamos, qué ahí os lo comáis. Aquí, la ultraderecha, viendo que se apagaba el fuego, vertió un tonel de gasolina, asegurando qué estábamos siendo invadidos. Muy acertados, como siempre. 

Yo no sé si la culpa la tuvo Pablo Iglesias cuando fue a entrevistarse con representantes del frente polisario, justo unas horas antes del viaje institucional del presidente a Marruecos. No sé si será responsable el que se trajo a Logroño al líder del frente polisario a curarse del Covid. No sé si es cosa de la cuota de pesca o de los límites de las aguas internacionales. Yo sé que, al igual que en Cisjordania, ayer un gobierno usó a niňos como arma arrojadiza. Y, pasándome por el arco del triunfo su fe o su ideología política, me parece que los que usan niňos para follar, como escudo o como proyectil, se merecen un infierno. Vengan de donde vengan los niños. 

La solución la conocemos todos : en cuanto dignifiquemos la vida de estos países a los que, por conveniencia propia, convertimos en "desfavorecidos", nadie querrá salir de su casa si no es con una pulserita de "todo incluido". Pero, claro, habrá que olvidar la mano de obra barata, la trata de humanos, el monopolio de sus riquezas naturales , el dominio de situaciones estratégicas... Na! No compensa. Entre Ceuta y Lampedusa y los miles que se traga el Mediterráneo, apaňao. Un poco de ruido, 30Millones qué me juego la cabeza a qué se pusieron a pachas entre los países de la UE y hasta luego Lucas. Ceuta está muy lejos. En el culo de Europa... 

Por otra parte... Alguien se dio cuenta de que, desde qué perdimos a Carmina Ordoňez y su equipo de alta diplomacia en Marrakech, vamos de mal en peor? El pata, el cabra, el chuli... Esos si que eran hábiles negociadores!! Ni una concertina hubo que gastar, mientras Carmina se relajaba en su oasis! 

Sonreír. Es mejor. Creedme. 

Comentarios

Lo más leido

El lejano oriente

Astados y paquidermos

Autoconfitamiento