Jarrio somos todos

 Muy buenos días. Es viernes y, para no variar, voy tardísimo. Es que, los viernes, los cuerpos piden cama, hasta las seis de la tarde. Esto lo podéis anotar como axioma. 

Pués, nada; aquí estamos con lo de siempre: el tejemaneje del devenir de la vida. Pa haberme quedao traspuesta, la verdad que me noto filosófica, qué no es lo mismo que filósofa. A Isabel Ayuso no se qué  le pasa con el Zendal, pero está en todos los periódicos. Ella dice que el personal del hospital afín a Mas Madrid (los de Carmena y Errejón), le están robando material y que le boicotean el asunto. Ellos dicen que mucho cuidadito con lo que se dice de ellos qué bastante tienen con currar sin medios. Ella, porsiaca, ha ordenado que les quiten los móviles a los enfermos que se traslada al famoso hospital. Digo yo, que será pa que no se entretengan haciéndose selfies con las enfermeras mientras les colocan el respirador. 

Sigo con Sanidad que está calentita ultimamente, y vamos a hablar de los de AstraZeneca y su famosa vacuna, qué resulta que no es tan efectiva como habíamos pensado y, de hecho, se está pensando en no administrarla a los mayores de 65 y, hay quien sugiere combinarla con dosis de la Chiripitipsfizer a ver qué pasa. Mientras tanto, los de la vacuna Oxford no paran de dar saltitos con el dedo levantado, diciendo eso de "Cómpreme la mía que protege más"- Este mercado persa estuvo en la mente de todos, y no me digáis que no, porque no os voy a creer. Cuando se trata de industrias generadoras de cantidades ingentes de dinero y de medicamentos, lo primero es lo primero. Estuvo muy bien lo de compartir información para llegar a la fórmula magistral, pero, una vez repartida la masa madre, cada cual elabore su pan y todos a la parrilla de salida para disputarnos el bacalao. Lo peor es la parte que nos toca a los de a pie. Muertos, enfermos pa la vida, huérfanos y un largo etcétera de penas y tragedias, qué poco influyen en la cotización en bolsa. 

Y no salgo de Sanidad. Hay una Asturias salvaje y hermosa, al occidente del Paraíso, de afilados acantilados, bosques impenetrables y negras pizarras. Desde Oviedo, en el ALSA, son dos horas y media de viaje. Si hay mal tiempo y muchos usuarios, la cosa puede alargarse y tardas tanto como en llegar a Bilbao. Las carreteras que comunican la costa con el interior son de las de bocata de biodramina. 60 km.= 2h. de coche. Tienen un hospital, el hospital de Jarrio, que costó muchas lágrimas y muchos muertos y muchos rapacinos nacidos en el coche o en el taxi y que, parece ser, a la administración astur, no le interesa mantener abierto, por lo que sea. Así que, poco a poco, van dejando que las carencias de personal y las otras, vayan haciendo su labor, hasta que el cierre les sobrevenga de forma natural. Yo siempre dije que muy mal parto tuvo que tener Asturias con el Occidente, porque siempre mira como se mira a un bastardo. Pues, señores, ustedes no sé; pero, yo, me uno a su batalla y digo que TODOS SOMOS JARRIO. O qué vamos a hacer si lo cerramos y, en una de estas, a un presidente del país, o al rey, se les ocurre venirse a pasar unos días a los Oscos o a Castropol o Figueras o Boal y se nos pone malo??Ah! claro! que vienen con helicóptero por si las moscas!!

Feliz finde, amigos. Por Dios, no os pongáis malos. 

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