Cuaresma

 Muy buenos días, si se me permite decir esto un lunes. En las Asturias, hace un frío mañanero de esos que te quita la tontería y las células muertas de la epidermis, en el simple gesto de abrir el portal. El finde nos trajo de todo y lo contrario: sábado veraniego con 20graditos y viento del sur (rollo secador de pelo nivel cápsula espacial) y el domingo, frío invernal con agua, y nieve en las alturas no tan altas. Las noches de Bohemia y adoquín fueron mucho más intensas en Barcelona qué en Madrid, pero, al final, 150 detenidos qué, ahí es nada. Qué harán con ellos? Los meterán a todos en un polideportivo y les pondrán en bucle las cuatro o cinco canciones del Hasel hasta que pidan clemencia? O se hará valer la convención de Ginebra?  Hablando de catástrofes y pandemias, parece ser que la cepa sudafricana y la inglesa, han estado de mambo y ya hay en camino un nuevo vástago llamado a protagonizar las páginas de salud. Aún está en sus primeras semanas de gestación y la prensa lo cuenta con la boca pequeña porque, en estas fechas, no conviene soliviantar a la peña con preocupaciones tontas. Esto es un "no parar", os lo digo de verdad. Yo, pa qué leeré estas cosas? Luego no duermo y me paso el día entre el mal humor y el huracán Hortensia.  Por cierto, qué con la mejoría general del tema de incidencias e ingresos, se está poniendo a tiro la relajación de medidas cara a la Semana Santa. Lo veo. Es como las campañas de verano y la de "salvemos la Navidad". Y es que este Covid19 es muy listo. Según se acercan las vacaciones, se esconde para que parezca que no está y cuando ya estamos todos felices y contentos compartiendo mesas y risas, y los toques de queda se estiran y tal, justo después de que se vayan los alemanes a sus casas, asoma los dientes y vuelve a llenar las UCIS. 

 Como estamos en Cuaresma, tiempo de ayuno y oración para los cristianos,  yo voy a pedir un poco de cordura. Sólo un poco. Lo estrictamente necesario para que nos de tiempo de vacunar a los más posibles antes de lanzarnos en masa a las sidrerías. O será mejor dejarlo para la carta a los Reyes Magos? Salgo pitando Pal bus qué llego tarde. Ser buenos y formales. Y no arranqueis más adoquines, caramba!