Lo Imposible

 Muy buenos días es martes y si estoy escribiendo este parte cuando debería estar purgando por el de ayer, es por la penitencia que sufro cada vez que abro la prensa en Internet. Hoy, lo mejor de todo lo que llevo leído, son los anuncios publicitarios qué te saltan cada vez que intentas leer un artículo. Me encanta la ropa que vende Yvette y muchas cositas de las que oferta Lidl. En serio. Bueno, como presumo que no buscáis aquí una rebequina de lana de los pirineos, ni una thermomix de las que no se llaman así pero lo son y cuestan una cuarta parte, paso a relataros lo que acontece en el mundo por orden de "mejor" a "menos mejor" :

Los chigres en Asturias van a poder ir abriendo a ritmo de bolero. Estas navidades vamos a poder ir con nuestros amigos y familiares no admitidos a las cenas emblemáticas a celebrar la vida y lo inherente al asunto. Así que, sí! El medio pedo antes de nochebuena está garantizado. Las luces navideñas y los Starbucks atraen a los viandantes como la miel a las moscas y ya se ven aglomeraciones fraternales en casi todas las grandes avenidas. No os asustéis porque el Hospital de pandemias en Madrid ha sido inaugurado y Santa Ayuso, subida a los altares, por más que Génova se esté calentando con tanta canonización y tanta hostia. En Canarias tienen que estar encantados porque han descubierto una nueva clase de turismo qué no cesa de llegar. Vienen de Marruecos, casi todos, y lo están petando. Ocupación absoluta. Hay algún inconformista de Cruz Roja y médicos sin fronteras y algún perro - flauta de esos que se quejan y tal; pero, ni caso. Esos no están nunca contentos. Algún periodista irresponsable habla de falsedad en los datos que se publican. Desde luego, los hay que, con tal de llamar la atención, son capaces de inventarse un Covidgate. Las vacunas, yo no sé si serán efectivas pa lo del coronavirus, pero pa la bolsa, son pura dinamita. Tenemos a los del IBEX35 on fire! Igual de calientes qué los autónomos, a los que se les suben las cuotas. Normal: después de un año de vacaciones y relax, no van a pasarlo como si tal cosa. Hay que contribuir!! Dicen que las pensiones han aumentado su poder adquisitivo una barbaridad! Esta noticia tuve que contrastarla con mi padre porque me sonaba rara y, sí. Aunque os parezca raro, dice qué es absolutamente cierto. Qué, desde qué en Marzo con el confinamiento heavy, dejamos de reunirnos a comer en su casa, desde que los peques no van a merendar por casa, y mi madre no pudo ir a la peluquería aquellos meses y, ahora, él no puede tomar el café en el bar mientras lee el periódico y tal y cual Pascual , qué tiene más pasta en la cuenta. Quise explicarle lo del mal que por bien no venga, pero tenía cara de ir a solmenarme un soplamocos y recordé qué voy a comer a su casa lunes, miércoles y viernes, y, mira chica, pa qué?

Carolina de Mónaco no se está tiňendo y sale luciendo canas y un Dior qué quitaba el hipo, durante los actos conmemorativos de su fiesta nacional. Mascarilla con el emblema del principado monegasco y manicura francesa. Y, dije yo: voy yo también a no teňirme, qué mira qué bien sienta el color plata en la cabeza... Nà! Los dos segundos que me llevó mirar la foto y mirar pal espejo. Descartado! 

Bueno... En realidad, estoy viendo que no hay malas noticias!!  Si es que me estoy emparanoiando y veo cosas que no hay. Esto va a ser por culpa de los agoreros que no hacen más que decir que, como sigamos así, en Enero nos va a venir, no una ola, si no mas bien un tsunami rollo "Lo imposible", con Naomi Watts cabeza abajo, untada de lodo y con el pelo estropajoso; y nosotros viéndola dar vueltas en la centrifugadora qué se genera cuando la ola gigante da patràs y nos engulle y ahora ves una maraňa de palos y luego negro; y luego a Naomi Watts y luego negro; y luego, una nevera medio flotando ;y luego negro; y luego a tu padre con los ojos suplicantes y luego negro; y luego negro y luego negro. Y, eso, amigos míos, solo puede suceder en la mente sucia y truculenta de los que no creen en la Navidad. Así que, todos tranquilos. Carolina de Mónaco sin teňir... Ay Dios! Qué me quedará por ver!!