Tutankamon qué estás en los cielos

 Muy buenos días. Es miércoles y estamos doblando la semana por la mitad. Resulta que ya tenemos por ahí circulando el prospecto qué explica "como celebrar tu Navidad 2020 paso a paso". El asunto es complicado porque van a depender de la comunidad autónoma en la que te encuentres en esas fechas, tanto el número de asistentes, como la hora de retirada. En cualquier caso, espero impaciente la edición de la semana que viene del HOLA, en la que espero suplico necesito un especial "Isabel Preysler y Támara nos dan las pautas para celebrar la Navidad sin que se note que somos 6"; porque, digo yo, qué los de familias "normales", sin problema; pero, los que tenemos una de esas que sólo los cosanguineos ya somos 20, necesitaremos una selección previa. Por no hablar del tema desplazamientos, qué si hay que estar en casa a la una, a qué hora cenamos pa dejar todo fregado y recogido? Este tema, queridos, por más baladí que os resulte, ocupa páginas y páginas de los periódicos nacionales. Los mejores, los anti-Chritsmas. Esos este año van en globo.

Mi afán de criticar y poner verde a diestro y siniestro, muchas veces me lleva a morir por la boca, cual vulgar salmón Skrey. Resulta que después de insinuar lo raro de los millones que el emérito andaba dilapidando por el mundo, aparecen unas facturas de tres escopetas por 34000€ cada una, qué se compró con un dinerín qué guardaba en Suiza. Sólo vi la culata de una y ya me di cuenta de que, aquella escopeta no era de las de 1500€, de esas que venden en la sección de caza de un Decatlhon, un Corte Inglés, o un Carrefour. Oye, preciosa. Unos dibujos en lo que no puede ser otra cosa que plata... Divina!  Así que, donde dije digo, digo Diego y mis disculpas a quién haya podido ofender con mis insidiosas insinuaciones, de verdad. Ahí tenéis justificadísimo un millón de lereles. Qué pa ir a Botswana con un rifle de segunda mano, te quedas en casa; qué eso te lo dice, hasta Nati Abascal. 

Alguien entró en el prao del yacimiento de Antrialgo con un detector de metales y lo dejó lleno de preciosos hoyitos (más monos...) y parece ser que se ha llevado algo. No se sabe qué se llevó, pero los destrozos de sus preciosos agujeritos, joden el trabajo de dos campañas de arqueología muy importantes. Pues, nada, qué muy bien. Qué, en nombre de los astures àvidos de saber, que enhorabuena!El final de estos "hallazgos" es incierto porque va a depender del espíritu del expoliador: los hay que gastan mucho en su ànimo de lucro y se las colocan a otros individuos con gustos extravagantes y, luego, están los que buscan notoriedad y salen en los medios diciendo "mira lo qué me encontré, mientras cazaba pokėmon ayer por la noche (antes del toque de queda, of course)" y son aplaudidos y vitoreados por su altruismo y su visión láser. No será verdad lo de las maldiciones, esas de Tutankamon y compaňía, eh? 

Ayer batimos y fulminamos todos los récord de muertos por Covid, pero lo más importante son las negociaciones para los presupuestos generales del estado y los nacionalistas de todos los colores con su bolsa para los cuartos, haciendo cola en el patio de Moncloa, como padres de familia a la puerta de un banco de alimentos. Entre los que nos dejaron hay escritores, filósofos, historiadores, costureras, monjas, sindicalistas... Qué la tierra les sea leve y puedan disfrutar de nuestro bonito espectáculo desde tribunas de honor con cajas infinitas de klinex pa lo de enjuagar las lágrimas de la risa que debe dar verlo todo desde arriba. 

Me estoy envenenando y no me queda bien con la diadema de leoparda. Vamos a por el miércoles, qué ya queda menos. Ánimo,!! 


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