de Princesas y encíclicas

Muy buenos días. Es lunes y toca poner orden en la mochila y en lo que viene siendo la vida misma. Dejamos atrás un finde lleno de "actos", "eventos", "celebraciones" llamarlo como queráis, pero entrecomilladlo bien si no queréis tener un disgusto. El viernes, rematamos la semana con la entrega de Premios Princesa de Asturias más triste de sus 40años de historia. Solo los premiados (y no todos) los premiadores, representantes políticos, cámaras de TV y protocolo, en un salón Covadonga, más frío qué la cámara de congelados del Alimerka. Ciertamente, en salones aledaños se seguía la ceremonia por parte de un puñado de invitados muy muy escogidos. Mientras tanto, un irreductible grupo de astures sin ningún sentido ni común, se arrecimaban en la acera frente al hotel esperando a que los Reyes se asomaran a saludar. De estos descerebrados, también fué escasa la representación: 50 o 60 todo lo más. De lo serio, me quedo con el discurso de Luis Fernández-Vega, al que no sé si se lo dan escrito o sale de su puño tanta verdad y tan bien dicha. Me quedo, por supuesto, con ese premio a los profesionales que velaron por nosotros cuando empezó todo este tinglado y que, en vista de lo bien que lo estamos haciendo, todavía no entiendo por qué no salieron todos juntos, los quince, a la calle Gil de Jaz, y quemaron el diploma delante de los 50 "cencerros" del club de fans de las estrellas, y luego apagaron el fuego a escupitajo limpio. Pero tengo que deciros que se me abrieron las orejas cuál burundanga al anochecer, ante las palabras del economista premiado que habló de la "buena globalización". No sé si creer en las casualidades porque a estas alturas del thriller, cómo qué me cuesta y tal; pero coincide en el fondo del discurso con la última encíclica del Papa que tantas ampollas está levantando. Igual no es cosa de masones ni comunistas lo de invertir esfuerzo y medios en el bien de todos. Igual es cosa de esos pocos qué sacan pingües beneficios del mal de muchos la autentica pandemia... Bueno! Ya estuvo bien de tanta reflexión seria que se me está quejando la neurona reumática! A lo importante:  Quién coño vistió a Leonor de señora de 55 años, pa la entrega? Encaje dorado sobre forro champagne en el cuerpo y falda dorada a la altura de la rodilla con , ahora sí, tacones a tono? Ese traje, pa mi, qué Letizia en su afán de reciclar vestuario, se lo sacó a la abuela Sofía del armario del trastero y lo mandó estrechar pa la princesa. Juraría que se lo ví a la emérita hace cinco años en una cena en el Pardo. Por Dios, y por la Virgen Santísima!! Si la rapacina escogió su outfit, hay que empezar a mandarla a la academia de modelos de la señorita Pepis. Si es cosa de asesores, qué les coooooorten la cabeza!!!!!Su hermana Sofía iba infinitamente más "prestosa" con la combinación de verdes lisos y estampados. De Letizia no digo ni mu, porque, como siempre, iba impecable. El vestido ya tiene sus años; pero cómo pertenece a la época de estrenar y estrenar... Pocas veces lo puso. Insisto: impecable. Me encantaron las hijas de Carlos Sanz qué seguro que se enrollaron en la peluquería y salieron con los zapatos cambiados (ja,ja,ja!!). Oye, es una cosa que me llamó mucho la atención: poco se gastaron en peluquería las invitadas y premiadas. Al final, va a triunfar la política de Tita Cervera de "lo espelurciado es bello". Iba muy elegante, y el que diga lo contrario miente, Meritxell Batet. Pero, chica, yo lo del amarillo no lo acabo de ver. Ya, ya lo sé, simbologías, segadores y todo eso. Nuestra delegada de Gobierno, Delia Losa, iba elegantísima con modelo Azubedia, que le quedaba como un guante. Es lo que tiene ponerse en manos de una profesional como Azucena Bedia: nunca hay sorpresas. 

Además de los Premios, este finde se celebró y desarme qué setrata de un festejo gastronómico relacionado con un episodio durante las guerras carlistas y celebramos también mi 23 aniversario de vida en "cautividad". Mi chico y yo, compartimos está nueva etapa con nuestro premio particular, al que nunca soñamos aspirar. No está la cosa pa grandes reuniones y en mi familia, pa cualquier cosita, somos 20. Vendrán años mejores. No lo dudéis. La prensa de hoy, mete miedo a los nacidos. El que se quiera asomar, allá él, pero qué se meta un lexating de 3mg. Avisaos quedáis!! Sonreid. Todo empieza hoy.