Difuntos confinados
Muy buenos días. Hoy tengo uno de esos viernes de escribir y borrar y escribir y borrar y no dar con un hilo jocoso y ácido qué merezca la pena ser compartido con nadie. Empieza el finde de Halloween y difuntos en unas horas y, los únicos que se pueden mover por las carreteras españolas sin control, son los gallegos y los extremeňos. Plasencia - Vigo parriba, Vigo-Plasencia pabajo. Los demás, andamos con los perímetros a cuestas, pensando en cómo saltar la tapia del cementerio sin que nos pregunte nadie de dónde venimos y qué dónde tenemos el tiquet del Mercadona. Lo cierto es que, si no fuera por el vison y la laca, poco importan los muertos a la mayoría de los que hoy se rasgan las vestiduras por no poder este año "honrar a sus ancestros" como acabo de escuchar a un popular (en todos los sentidos) locutor de radio. Nuestros muertos, quedan confinados en Campo Santo, en el mismo momento en el que el enterrador dispara la última paletada de cemento sobre sus lápidas. O, al m...