Tisanas
Muy buenas tardes. Es viernes y seguimos enclaustrados y vivos, dato muy importante. Hoy las gaviotas entraron hasta Oviedo y no pude evitar volver a Tapia, mi gran premio extraordinario de este año (viaje astral, no nos confundamos). Con esto de tener tanto tiempo para pensar, he ido adquiriendo nuevas costumbres. Por ejemplo, he dejado de ver los telediarios porque, total, al final me vengo al Facebook y entre gritos y exabruptos me entero de los aciertos y las meteduras de pata de las autoridades. Tengo que confesaros que, desde hace unos días, en cuanto veo un encabezamiento rollo "ya cansé de callar" o "harto de hacerle el juego a fulanito" o cualquier cosa que haga referencia a lo evidente del descalabro y a la falta de cordura por convocar y acudir a la manifa del 8M, me lo salto. Sobretodo, porque no quiero hacer lo mismo que estoy criticando en los demás y desisto de ponerme en plan portera y recordar a todos los que nos pusieron como trapos el domingo 8, que no recuerdo ninguna recomendación sanitaria del tipo "quedaros en casa, a ver si me vais a pillar un coronavirus" y, sin embargo, sí recuerdo mucha indignación con las ideas políticas, el feminismo y el "escrache" a las niñas de C's. Qué si no podian las chiquillas desfilar ese día con todas las demás... Vale, vale, ya lo dejo. Es que, esto de no poder salir, de ni siquiera estar en mi casa, de la presión por el miedo y la angustia vital, nos llevan a todos a necesitar sentar cátedra. Lo mío, no lo tengáis en cuenta que yo ya sabéis que voy muy justa pa casi todo. Así que, voy a lo que iba qué ye la crónica social, por cortesía de María Álvarez Llorca.
Esta semana la revista HOLA es una gran necrológica. El Marqués de Griñon, Lucía Bosé, Lorenzo Sanz... Y todos se han ido sin su homenaje en los Jerónimos o en santa Bárbara. Yo, en realidad, creo que se han ido en paz y los que nos quedamos desasosegados sin poder despedirlos rodeados de los nuestros, somos nosotros. Habrá tiempo para dignísimas despedidas, no preocuparse. Hay crónica de infectados: Alberto de Mónaco, Mikel Arteta y un montón de gente a la que hoy vamos a añadir a Boris Johnson y su ministro de no sé qué. Luego está el tema de las bodas qué mira tú qué plan: Theodora de Grecia y la mayor de Sara Ferguson, están que las lleva Dios y con toda la razón. A ver, se intuye que estos aristócratas van a celebrar lo que quieran y como quieran; pero, quién es el guapo que publica un reportaje sobre el evento? Y qué es una boda real sin retransmisión en directo ni edición especial de las revistas del Cuore? Una chusta! Así que están entre me caso con el pantalón del pijama o pospongo la boda y me arriesgo a que el "afortunado" se arrepienta o a que, al final de la pandemia, no tengamos ni pa pipas y el glamour se vaya al cajón de los cubiertos. Luego está Anabel Pantoja, qué sí; qué claro que retrasa el bodorrio hasta que todo vuelva a su sen y pueda cobrar la exclusiva, qué no van a estar los tiempos pa andarse con pijadas. La infanta Margarita no tenía ni idea de la que estaba preparando su sobrino a su hermano pa festejar el día del padre (pobre mujer) y, normal, la mujer está que no da crédito. Pero, a ver, quién es esa Corina? No era una corona y se apellidaba virus??
y unas páginas más allá, tenemos a la infanta Elena que no tiene más remedio que sacar al perro de paseo y lo hace disfrazada del inspector Clouseau.
Nada, todo muy triste, si no fuera por un palacio con forma de palafito e interiores dignos de Versalles, en las primeras páginas; Pierre Casiraghi, el segundo de Carolina qué, con su mujer Beatriz Borromeo, se han comprado un quelillo de 4millones de eurapios (muero por ese reportaje). Ana de Armas va enganchetada del brazo de Ben Afleck por un país multicolor donde parece que el amor te hace inmune a cualquier mierda. Elsa Pataky también es de las invencibles y aparece en una playa enseñando a sus hijos a pillar olas.
Dani Rovira tiene cáncer; pero no lo incluyo en lo cutre porque sé que todo va a ir bien. Conozco a much@s guerreros que están en esa batalla y luchan como demonios. Son un grupo de élite.
Remata con unas desesperantes páginas especiales de pasatiempos, recetas y fórmulas magistrales para pasarte una tarde entre mascarillas y tisanas. Qué ya estamos hasta el alfiletero de relaxing!! Coño!! No se darán cuenta de que estamos en esa fase de comernos la mascarilla y echarnos la tila por encima??
Sonreíd. Os prometo que si pasamos esto con la sonrisa en la cara, nunca más os voy a pedir que lo hagáis cada mañana. Va a ser voluntario. Ánimo, me dicen mis confidentes que asoma la luz al final del Negrón.
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