Mascarillas y amarracos

Muy buenos días. Al parecer, es viernes. Vaya suerte!! Olé, olé💃💃Cuando todo esto termine, habrá un millón de preguntas en el aire (más puro y limpio que nunca, por cierto, mandagüevos!). Algunas tendrán respuesta y otras, quedarán flotando como alergicoso miragüano a la vera del río. Yo, en estos días de arresto domiciliario, leo y me enternezco ante noticias de gestos solidarios como el  de Amancio Ortega qué acaba de poner sus empresas a fabricar mascarillas para cubrir las necesidades de nuestros agentes más expuestos; y la donación de no sé cuántos miles de embozamientos por parte del gobierno chino; Aliexpress, nos envía un carrao de bozales a coste 0;  y, hasta unas señoras de Colunga están con las máquinas de coser, dale qué te pego, venga a hacer mascarillas para cubrir esa carencia. Escucha:  y, yo qué sigo viendo que los sanitarios, taxistas, fuerzas del orden público, servicio de recogida basura, cajeras y dependientes de supermercados, están currando con el foular modo touareg! Dónde están esas mascarillas tan esperadas? De las de Aliexpress, no hacerse cuenta, qué hasta Navidad, con mucha suerte, no nos van a llegar. Y encima, vendrán sin alguna cinta o tamaño XXXL o vaya usted a saber...Pero... El resto? Ah! Calla! Esas, deben estar con el sentido común de las vecinas de mi madre, que van muy formales por la calle, tapándose nariz y boca con sus pañuelos de seda cual forajidos del lejano oeste, pero, en cuanto se divisan unas a otras, cruzan de acera para charlar de que "esto qué ye, fía? Tamos perdíos!"  Y a tomar Pol culo el pañuelo, la nariz, los mocos y la prudencia. 
Yo, sinceramente, creo que estamos tan cerca de la salvación como de la antesala del Supremo (pero, del Supremo de verdad, del más Supremo de todos) y que, no hace falta ser muy listo para saber qué mientras en el inframundo se libra una batalla feroz por sobrevivir, en las altas esferas se sigue jugando la famosa timba de póquer de la que tantas veces hablamos, sólo que, esta mano, los chinos y los americanos se están jugando nuestras vidas, a cambio de salvar sus respectivos negocios. Parece mentira, pero es así. Tecnología, productividad, financiación, así se llaman los amarracos qué están encima de la mesa. Cuando todo esto acabe, muchas cosas habrán cambiado para siempre; y no hablo de lo de abrazarse y beber sidra sin conocimiento... Hablo de sistemas de gobierno, de sistemas de organización mundial,  de sistemas de vida, qué coño! Así que, casi que lo de que Esperanza Aguirre, Torra y compañía estén en un hospital público o privado, carece de importancia. Sólo es relevante para los memes. Dejarse de tonterías y poneros a buscar las mascarillas, qué en algún sitio tienen que estar!!

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