Bacalaos
Muy buenos días, es jueves y sopla Eolo con gracia.
La prensa nacional e internacional sigue coronada con el Covid-19, afectados, medidas y consecuencias. No hay de qué preocuparse, pero Italia suspende la actividad académica hasta el 15 de marzo en escuelas y universidades. No sé si para dentro de diez días ya va a tener todo resuelto o se trata de ir añadiendo plazos. Las líneas aéreas están suspendiendo vuelos al país de los espaguetti y el miedo guarda viña (de toda la vida de Dios). Los italianos y los españoles somos muy de contarlo todo y de vocear y hacer aspavientos y siempre parece que lo nuestro es más grave; pero, no os dejéis engañar porque en Francia se están suspendiendo congresos y reuniones y no andan mucho mejor. En Alemania, sin saber de sus estadísticas víricas, no deben andar mucho mejor; qué el otro día vi como un alto dignatario se negaba a estrecharle la mano a la Merkel y, sí, ya sé que Angelita no es de las mujeres más simpáticas del mundo, pero, pa mí, qué había prevención sanitaria en el gesto. La palabra "frontera" vuelve, en fin, a nuestro vocabulario y, nada! esto lo que hay!
Luego tenemos una movida interna entre PSOE y Podemos por liderar la "causa feminista" con una proposición de ley sobre la mesa que ya está generando chistes a gogó. Mucho camino nos queda por andar hasta que el título "feminista" caiga en favor del "sentido común". No se mata a las mujeres, ni se las veja, ni se las desprecia porque son seres humanos, independientemente de que tengan vagina o badajo. Todo lo demás, hay que legislarlo con mucho tiento. Y, si, ya sé que tenemos ahí el 8 de Marzo; pero, vamos, yo dejaría de tirar de los pelos a nadie porque no va a haber foto detrás de la pancarta porque el Covid-19 va a cargarse muchas manifas; así que, señores y señoras, por favor, mantengan la compostura.
Oye, que la policía portuguesa, qué va de por libre con lo que respecta a los bichitos, entró en casa de Casillas buscando indicios de haber participado en un fraude futbolistico-financiero. Con lo mona que la tienen... Espero que no hayan estropeado gran cosa y lo hayan dejado todo como estaba. Pa estos casos, yo no sé porqué las fuerzas de seguridad no tienen un servicio doméstico que te vuelve a colocar todo en su lugar y, en compensación por no encontrar prueba de delito, de paso, te ponen una lavadora y te dejan un bacalao a la portuguesa en el horno, y ese día, con el susto y el disgusto, te evitan tener que hacer la comida o la cena, que ya estás tú como pa pensar en cocinar... Ahí lo dejo.
El funeral por Plácido Arango, se celebró en Madrid por todo lo alto. Presidió el Padre Ángel y acudió la flor y nata de la Villa de Madrid, familia real y ex real, incluida. Isabel Preysler y su Nobel, cuando llegaron y vieron que no quedaba ni un banco libre, cogieron la puerta y salieron. A ver, con lo ideal qué iba ella, con vestido blanco y negro estampado en un finísimo toile de jouy y abrigo negro y tacones a tono, lo que no iba a hacer era estar de pie toda la ceremonia como si fuera una persona normal. Mira, chica, se fueron al Ritz a tomar un té rojo y a esperar a la Cué, a Marichalar y a Nati Abascal que la pusieron al día de todo, como si hubiera estado allí. Esto, no vuelve a pasar: Mario, querido, pal próximo jetfuneral, hay que habla con Porcelanosa y que nos reserven un palco en platea. Y si no, con la RAE.
Por culpa del coronavirus, estamos pasando todos de la campaña estadounidense, qué me dicen qué está que arde. Fueron apeando a los candidatos más jóvenes y prometedores, en aras de los experimentados y millonarios de siempre. Uyuyyuyyy. En algún momento, ahora que tendré tiempo, habré de ponerme a estudiar el tema.
Una curiosidad: Cuando vi la representación gráfica del coronavirus, me resultó extrañamente familiar. Y es que, por fin me acuerdo, mi hija tuvo un llavero de esos que salían en las bolas de las máquinas de los bares, exactamente igual. Estaba hecho de una goma asquerosa que se iba degradando con el tiempo, la lavadora, el hormigón del patio del cole y mil agentes más, hasta convertirse en una suerte de semi-pasta a la que todo tipo de mierdas se adhería. Si. Yo tuve un par de coronavirus en casa. Uno naranja y otro verde.
Sonreíd, el finde se acerca.
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