Permisos y licencias

Buenos días. Es tardísimo y la cosa no empieza bien. Casi pierdo el ALSA por mi mala cabeza. Mientras desayunaba, con el móvil a mi lado para escribir la crónica de hoy, se me fue el espíritu divagando sobre las personas que hoy empezamos a disfrutar del finde y sobre las que lo empezaron ayer.  Pensé en los Jordis qué ayer  durmieron en sus casas, en uso y disfrute de su primer permiso penitenciario y me preguntaba si habrán encontrado duros sus colchones y añorarían los de sus confortables camas de Lledoners, traídos directamente del mismo proveedor que los de Moncloa. Me inquietó reflexionar sobre la dura posibilidad de que sus asistentes no hayan sabido dejar caer en sus gintonics, esos granitos de pimienta rosa con los que los funcionarios de prisiones aromatizan cada tarde el cóctel afterwork. Y la cena! Cómo habrá sido la cena sin la tertulia sosegada y tierna acerca de repúblicas independientes con amigos y guardianes... Ahhhh!! Qué dura puede resultar, a veces, la libertad!!!
Decía mi abuela que nunca pusieras la mano en el Fuego por nadie, porque de las puertas pa dentro, cada uno sabía lo que pasaba en su casa y nadie más. Y, cuando veo el resultado de la votación del Poder Judicial que respalda a Lolita la flaca, pienso: "Abuelita, pero qué lista fuiste!". Tanto follón y más de la mitad avala el nombramiento? Venga, ya! 
Por cierto,  el ministerio de exteriores reabre tres embajadas catalanas por el mundo. A mi, personalmente, me parece genial. Todo lo que sea exportar revoltosos pa que los aguanten fuera... Lo veo sensacional; irresponsable? Quizás. Pero, vamos, qué no puedo evitar qué me encante la idea. Eso, sí, el bidón de agua de Vichy de las oficinas, qué se las paguen ellos eh? Y los bocaditos de butifarra al cava, también.
Trump juega a los chinos mientras su impeachment corre como la pólvora. No le importa nada. De hecho, se mea de la risa. A Dios no le afecta el juicio final porque lo preside él y no va a fallar en su contra. Ya sabéis... Tanto tinte y tanta laca, quieras que no, acaba afectando a lo que viene siendo el conocimiento.
Y a mí, casi que tampoco me importa nada. Es viernes y me toca finde con amigos, vermús y todo el pack. Olé, olé, olé!! Sonreid. Yo no puedo hacer otra cosa.

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