La Fe
Muy buenos días. Es luércoles para los guardaguias del mundo, y mitad de camino, para el resto de los mortales. Para los ministros, no sabría definirlo porque, desde qué pasaron el Consejo del viernes al martes... Los miércoles deben ser los nuevos martes para ellos. Y, si son los nuevos martes, van a tener que malmeter dos veces porque, todo el mundo sabe que, en mi coro y en mi vida, los segundones de la semana hay barra libre de puñaladas. Qué por qué se reúnen los martes y no, los viernes como siempre se reunieron? Pues porque dicen que las decisiones adoptadas en vísperas de fin de semana, perderían su trascendencia ahogadas en vermús, fútbol y saraos. Eso es lo que dicen ellos. Y, ellas. Pero, amigos y amigas ( me noto inclusivista, esta mañana, ojito conmigo!), lo cierto es, según mi pobre criterio, que yo creo que lo cambian por culpa de los Iglesias-Montero y su prole de vástagos. Si los viernes se libran de la reunión, pueden salir corriendo a una hora prudente para llevar a los chiquillos a la sesión de cuenta-cuentos de la abuela Carmena, pueden ir a tomar unos vinos al merendero de Galapagar con piscina de bolas y les llega para asistir a misa de ocho. Qué la Fe, hay que cultivarla y abonarla, sobre todo en estos tiempos que corren. Esa Fe qué abre los ojos de los ciegos y hace que las virtudes de Lolina Delgado sean referente del matrimonio podemita y la defiendan como fiscal de fiscales, cuando, hace cuatro días, era el mismo demonio y azote de la justicia. Aleluya!!! Esa Lolita Lola, a la que tienen en la picota, hasta los sociatas y que Pedro, Pablo e Irene del empujón que le están metiendo le van a sacar las cervicales por la boca. Veis? Había una necesidad en cambiar el día del consejo ministerial, aunque no lo supiéramos. Ahora ya pueden ir todos a misa de ocho. Oficia Sánchez y Delgado pasa la cesta.
Vivimos tiempos de cambio y, Marlaska ha decidido empezar de cero y se ha liberado de dos personas que le estaban intoxicando la vida y el ministerio: la Secretaria de Estado de Seguridad y al director de la Guardia Civil. Lo del picoleto, no sé de qué va; pero, ella... A ver, llamándote Ana y apellidándote Botella... No me digas que no sabes que tienes todas las papeletas pa acabar tu vida laboral poniendo relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor. Aunque tú marido no tenga zorra idea de catalán y no lo habléis en la intimidad. Da igual, hijina; tenías que haberte cambiado el apellido cuando estabas a tiempo.
Hay un señor de esos iluminados que dice que existe medicación para prevenir determinados tipos de cáncer y pide al Estado que invierta en estos productos que no reportan beneficios a los laboratorios pero hacen mucho bien a la peña. De dónde habrá salido este fenómeno!! Yo, de verdad te lo digo que leyendo estás cosas, creo que deberían exigir la ESO para estudiar medicina. Oncólogo dice qué es el tipo!! Habráse visto? Y si esos productos no reportan pingües beneficios al fabricante, con qué coño vamos a pagar los congresos en Cartagena de Indias con pulserita "todo incluido" a esos médicos que nos recetan lo mejor para nuestras dolencias?? Ignorante!!!
Hablando de todo un poco, Maduro va a celebrar unas elecciones parlamentarias tan, pero, tan limpias que invita a la UE y a la ONU a ir de observadores. En serio??? No entiendo nada. De verdad. No es por malmeter, es mal pensar. Y lo de Guaidó de la semana pasada, qué fue? Lo de Maduro es en diferido?
Ayer, en Tarragona con la explosión de esa planta petroquímica, se montó la de Deus. Muertos y heridos aparte, parece que los sistemas de alerta no funcionaron y la confusión y el terror entre los ciudadanos, dió paso a la indignación y el mosqueo. Es que, no puede ser. Y no puede ser. Al parecer, la población próxima al polígono, sufre cada dos por tres simulacros de incendios y explosiones, que es lo propio. Y resulta que, el día que sucede, no suena una puta sirena. La gente pensó de todo. "Atentado" fué la palabra estrella que anidaba en las cabezas de los aterrorizados vecinos. Una vergüenza! Y si escucháis a Ana Rosa Quintana, os va a dar más vergüenza si cabe! Vergüenza ajena, qué ye la peor. Qué tía tan burra!!
Bueno, sonriamos un rato; que mal, no nos va a hacer y la otra opción, la de ser consecuentes con todo este panorama, no es nada recomendable!
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