Feliz, feliz....
Esta reseña tenía que estar escrita a media mañana; pero, según me voy haciendo mayor, he ido desarrollando una capacidad ilimitada para complicarme la existencia. De hecho, aquí estoy, currándome una sopa de pescao, qué quién me manda a mi, si con una merluzina rebozada con cuatro langostinos íbamos que nos matábamos. En fin, no me quiero ni imaginar, a mí misma, metida de lleno en los locos años 20 qué se nos acercan a ritmo de charlestón. El resumen del año que se va no es nada fácil porque tuvimos mucho, mucho maravallu, en general. Ya si entramos en lo personal de cada cual, ni os cuento. En política, lo que más gastamos fué en lazos amarillos y en urnas. Cansamos de ir a votar y de incongruencias catalanistas. Y, total, pa ná, porque seguimos a vueltas con el procés los presos, el cava y su libertina madre. Lo de las urnas, después de un curso de democracia intensiva, parece que tiene visos de ir a resolverse (aunque, claro, nunca se sabe; porque una moción de censura te sale en el paquete de cereales una mañana cualquiera y ya la tenemos liada). Ciudadanos se metió una ostia contra un bordillo la segunda vez que nos volvieron a consultar y, de resultas, Arrimadas y Rivera están embarazados. Cada uno de su pareja, no me seáis.... Rivera, de hecho, se fue de la política del todo. Fue pa con Malú, pa casa, qué es donde mejor se está. Pablo y Pedro volvieron a quererse y todo eso de las telenovelas. La Guardia Civil y la brigada de Salvamento minero, tuvieron el peor y más duro de los trabajos rescatando los cuerpos de dos pequeñajos cuyos padres fueron apaleados brutalmente por una prensa enloquecida y sin corazón. En América Latina se empezó a cocer una revolución que intentaron apaciguar con muertos. Mal remedio fué siempre echar gasolina en las hogueras. En Oriente, no penséis que solo viven los Reyes Magos; hay cada cacho bestia parda qué... El mundo, en general, a vista de Dron, está muy "bayeta de fregar el váter" no hace falta qué os lo diga yo. Hablando de drones, en Asturias tuvimos la oportunidad de ver con nuestros propios ojos cómo surgía de lo más profundo de la tierra un maravilloso Mosaico romano gracias a la labor de un gran equipo y al apoyo de cientos de personas de esas normales y corrientes; y cómo al mes, volvía a desaparecer por arte de del mismo gran equipo de arqueólogos a los que la administración pública ningunea insistentemente (y, la verdad, no acabo de entenderlo porque son bien majos y bien listos. Por ser, son hasta guapos!) No hay dinero. No hay presupuesto. Di tú, qué de donde salió el dinero para esta primera campaña, saldrá lo que haga falta para saber de qué era parte esa Villa con dos mosaicos y tan próxima a unas termas y qué el georradar ya dice que no es un chalet. Le pusimos mucha música al Mosaico y a la vida, qué, al fin y al cabo, es nuestra banda sonora. Amamos, despedimos, recibimos, reímos y lloramos. Casamos, divorciamos, bautizamos y enterramos. Estos últimos 365 días fueron tan agitados como el aperitivo de James Bond; y, no quiero ni pensar en lo que nos traerá este que va a entrar dentro de unos minutos. Estrenamos década. Gastemos un poco de esa fe qué nos va a caducar y estrenemos una gran sonrisa de esas que todo lo pueden. Vamoooossss!!!! A colar el puñetero caldooooo!!!!!
Felices años 20.
Comentarios
Publicar un comentario