Debate, debacle, debajo del olivo tra tra!
Muy buenos días. Es martes y, los martes, malmetemos sin conocimiento ni remordimiento porque la ley, no sólo lo permite, sino que nos obliga a ello.
Esta noche pasada, había programado un debate en tv1 entre los cinco primeros espadas de las cinco fuerzas políticas que parece que obtendrían un trocito de lassagna, después del recuento de votos el próximo domingo.
La verdad es que la cadena estatal hizo todo lo posible por adornar el encuentro de tal manera que pareciera un auténtico choque de titanes y, para ello, no le importó importar ( me encanta redundar)maneras propias de otras cadenas más esperpénticas. Grabación de la llegada de los candidatos a las instalaciones, con asesores que corrían al lado de sus asesorados insuflando ánimo y últimos consejos para llegar al esternón de los contrincantes, ajuste de nudos de corbata (hasta Iglesias, rescató una de cuando tocaba en una banda de rock en su barrio) y de micros. A su llegada al pabellón de Cristal de la casa de Campo, fueron recibidos por María Casado qué es la presidenta de la Academia de televisión y qué iba monísima con un vestido negro midi, hombros descubiertos y un bronceado tan envidiable como el tipazo que se gasta la cabrona. Entran los candidatos al pabellón y dejan fuera, muerto de frío, al pobre Franganillo, haciendo el telediario 2 y, de paso, comentando las jugadas más interesantes del "combate cuerpo a cuerpo". Dentro del pabellón, Ana Blanco y Vicente Vallés son los encargados de moderar el asunto. Él, de traje gris, muy correcto y ella con una blazers (nada oversize) color crudo, camisa y pantalón negros y salones crudos. No me gustó el outfit, pero se lo perdono todo por su acertadisima sentencia acerca de la cantidad de testosterona que sigue ocupando los atriles presidenciables, por mucho que se les llene la boca con "paridades" e "igualdades". Y, con esto,se les cortó el vacile. Bueno, a Iglesias no se le cortó nada porque su partido se llama UnidAs podemAs y, además, todo el mundo sabe que Irene es mucha Irene. Cómo representante de un colectivo de gente de bien, se descolgó en su presentación dando las gracias a las señoras de la limpieza que hacían posible el debate. Casado, Sánchez, Abascal, Rivera y yo, quedamos mudos! Ay, madre! Qué dice??? Y luego, una piensa pa dentro y te planteas tantas cosas ... "Este debate, promete", por ejemplo. "Hoy, vamos a oír auténtica política" por poner otro ejemplo. No, no hubo nada de esto. Dicen en algún medio que el modelo planteado por la cadena de televisión, no facilita el intercambio de opiniones, si no más bien el discurso personal. A mi, los discursos me aburren una barbaridad y, los de esta noche, no fueron especialmente interesantes. Volvimos a ver a Pedro haciéndose el duro a las declaraciones de amor veladas de Iglesias, que parecía suplicar "otra oportunidad". Muero por saber qué les habrá pasado a estos dos y su coitus interruptus, qué yo creo que Echenique y la Irene están de por medio, seguro. Abascal fué sin merendar el bocata de Viagra que se zampa antes de los mítines y, parecía hasta razonable; porque las formas si qué importan y como, al final, nadie escucha lo que dicen, pues,eso, que con la barba tan arreglada, aquella camisa tan hecha a la medida de aquella americana tan cara y ese tono de voz de barítono, oye! qué me vi buscando a ciegas las papeletas de Vox pa meterlas el domingo en la urna!! Menos mal que Rivera me devolvió a la realidad de un ladrillazo. De pronto, va y se saca de su chistera un trozo de adoquín de los de las manifas en Barcelona y, claro, Sánchez, Iglesias, Abascal, Casado y yo, perplejos y otra vez sin palabras. No sé a los demás; pero mis dos neuronas me llevaron a la imagen de Rufián enarbolando una impresora en aquellos tiempos de la Dui. Casado, buscando también el efecto "Hala! Mira lo que dijo!!", sin arrugarse un pelo, apeló a su partido como la única fuerza política capaz de generar un cambio en este país de corruptelas y catalanes independentistas. Sin comentarios. Bueno, qué cómo no había tensión ni confrontación, ni sangre, ni nada, porque se veía claramente que nadie estaba enseñando sus cartas y que se guardan las conversaciones para el día 11 y no nos van a contar nada y van a seguir haciendo lo que les salga del higo, pués me fui pa la cama. Sin ningún cargo de conciencia, oye. Es más, al leer la prensa está mañana, vi que me rendí poco antes de que terminara el espectáculo de tres al cuarto que, afortunadamente, ya no paraliza a este país y que, tienen suerte de que no coincida con la transmisión de un partido de Copa tipo Ceares-Langreo, porque lo que iban a ingresar estos clubes por publicidad, les iba a permitir hacer dos campos de fútbol nuevos; qué, al fin y al cabo, es lo que más necesita este país.
El domingo, hay que ir a votar, of course. Y hay que hacerlo muy tranquilos. Algo me está diciendo que no seremos, en absoluto, responsables de lo que suceda después (qué, pa mi, que va a ser otro referéndum) Sonreid !! Podría haber sido peor!! No?
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