De vermú y urnas
Últimamente... Bueno, "últimamente" no es el adverbio adecuado. Vuelvo a empezar: Como cada campaña electoral, y no tengo que recordaros que vivimos desde hace cuatro años metidos hasta las orejas en este medio acuoso y fangoso, los carteles y el merchandaising de los partidos políticos están prohibidísimos hasta la noche de las brochas, posters, cola blanca y selfies. No tengo remedio. Me voy por las ramas. Decía yo que, esos carteles y pegatinas prohibidos en estos días previos, son sustituidos por "otros mensajes"; "otros mantras". Son esos editoriales en la prensa dominical firmadas por los influencer periodísticos, las entrevistas a personajes conocidos con preguntas y respuestas muy estudiadas y elaboradas, sentencias lapidarias entre las líneas del HOLA... Vamos, el jarabe asqueroso de toda la vida, escondido en un terrón de azúcar . Estoy convencida de que esa es la verdadera campaña electoral. Manipulación de la opinión pública, recomendaciones disimuladas tras frases y testimonios vitales, escritores de moda abriéndonos su corazón y su cerebro... Todo ello encaminado a influir en nuestra intención de voto y, empiezo a sospechar, que incluso, van mucho más allá en sus pérfidas intenciones. Ahora sí que voy a encajar el maldito adverbio y os voy a decir que "últimamente" escucho y leo con cierta frecuencia una frase aparentemente inocente y que dice : " blA, blA, blA... Tenéis que ir a votar porque la derecha lo hará el 10 de Noviembre después de salir de misa y justo antes del vermú." Se lo he leído a varios amigos a los que aprecio y a algún erudito que escribe en contraportadas de diarios de relativa difusión. Es evidente la escandalosa asociación de la ideología conservadora con el Yzaguirre y la tapa de aceitunas, a la vez que desvincula a la auténtica izquierda de esta saludable práctica. Qué yo sepa, la Constitución Española en su capítulo II artículo 16, garantiza la libertad de elección de marca del aperitivo dominical y su uso y disfrute, siempre que uno disponga de liquidez para pagarla. Yo, soy muy de Yzaguirre, de ir a misa y de izquierdas y no me gusta nada la mezcla que se está haciendo con todo ello. No sé si debo avergonzarme por disfrutar del vermú dominical por el hecho de ser roja o, quizás (y aquí, entro en pánico) no soy tan roja como yo me creo, a la vista de mis largas sobremesas de vermú.
Cuidado, Señores abanderados del socialismo más puro!! Igual a los de derechas abstemios y a los sociatas de Yzaguirre, nos da un día por sentarnos a charlar y decidimos no dejar que nos mangonée nadie con las cosas de comer. O, lo que es peor, con las de comulgar.
No sé si me estoy explicando bien. Por si queda alguna duda: Dice Don Jesucristo que puedo votar lo que, en conciencia, me dé la gana. Y, tomar el vermú qué más me guste y charlar y opinar con respeto de lo que quiera y con quién quiera. No sé si sigo sin explicarme. Mezclar creencias religiosas con corrientes de pensamiento político, nunca, nunca, nunca, fué buen asunto.
Puede consultarse en la Wikipedia y en el rincón del vago, si no tenéis gana de pasar el aspirador a la Espasa. Feliz miércoles.
Cuidado, Señores abanderados del socialismo más puro!! Igual a los de derechas abstemios y a los sociatas de Yzaguirre, nos da un día por sentarnos a charlar y decidimos no dejar que nos mangonée nadie con las cosas de comer. O, lo que es peor, con las de comulgar.
No sé si me estoy explicando bien. Por si queda alguna duda: Dice Don Jesucristo que puedo votar lo que, en conciencia, me dé la gana. Y, tomar el vermú qué más me guste y charlar y opinar con respeto de lo que quiera y con quién quiera. No sé si sigo sin explicarme. Mezclar creencias religiosas con corrientes de pensamiento político, nunca, nunca, nunca, fué buen asunto.
Puede consultarse en la Wikipedia y en el rincón del vago, si no tenéis gana de pasar el aspirador a la Espasa. Feliz miércoles.
Comentarios
Publicar un comentario