Cumpleaños Feliz

Muy buenas tardes.
Es miércoles, 17 de Julio del 2019. 54 años de travesía. Madre! 54 años! Eso es travesía cómo pa llenar la biblioteca del museo oceanográfico. Cosas realmente buenas, menos buenas y auténticas tragedias, han sacado cada arruga y cana que mi dinero me cuesta tapar (aunque desde que vuelvo a ser guarda guía, me apunté al rollo boho-chic  y me estoy quitando de aquella adicción al "porque yo lo valgo"). Qué no cunda el pánico, que me sigo depilando y no tiré ni el rímel, ni el serum.
Esta mañana, cuando recibí la felicitación de Pedro Sánchez, en la que me pedía que volviera a escribir el blog porque andaba un poco perdido con eso de las "verdaderas intenciones" de Iglesias/Montero tantomontamontatanto (aunque monta más ella, ya os lo digo yo), pensé que, a pesar de la sombra de unas nuevas elecciones, voy a dejar de ayudarle y, si eso, nos volvemos a ver todos en las urnas, que ya somos  mayorinos y cada cual, se debe buscar los pactos pa gobernar. A ver, que no era eso lo que quería deciros! Lo que quería contaros es que me siento muy afortunada porque, a pesar de que (seamos realistas) Facebook nos avisa de los cumpleaños, hay mensajes que no dejan de emocionarme. Por lo que dicen y por quién lo envía. Y no hablo de los de Casa Real, qué también eh?, ni del de Carolina Herrera y Nati Abascal (lo pinchabas y salía del móvil un flush con aroma Loewe... Pura fantasía, os lo juro); me refiero a los que me enviasteis cada uno de vosotros, desde aquí, desde el otro lado del charco, ese beso al salir de casa en Tapia, en vivo y en directo, la llamada de mi madre, una foto preciosa que compartió Xuacu, el amor de Marianne que es infinito y cegatu, los Whatsapps del coro y los otros; los correos.... No estoy exagerando en absoluto. Seguramente será cierto eso de que las redes no son más que canales de espionaje que utilizan los chinos pa manipularnos y obligarnos a comer esos fideos asquerosos en botes con apariencia de ser súper prácticos pa guardar ... Qué sé yo! Más fideos asquerosos? y tal; pero, siempre dijo Amaro que soy fata de nacimiento y yo, veo en estas benditas redes, el lugar donde nos encontramos cada mañana, montón de amigos. Dónde me presentáis a otros amigos, que también se pasan a saludar cada mañana y, el día de mi 54 cumpleaños, montáis una preciosa fiesta llena de guirnaldas y música ("Senza fine", está sonando ahora mismo) y buenos deseos. Así que, si: A mí, sólo por lo feliz que me hacéis, que me manipulen los chinos lo que quieran (excepto con los fideos yatekomo. Por ahí, no paso. A mí sí me quieren comer, que se quiten la k). Gracias, desde el fondo de mi corazón.

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