Morfeo y el veneno
Muy buenas. Es luércoles y me pilláis justo en medio de una mudanza. Media vida se traslada geográficamente, por motivos laborales. Empieza una nueva aventura para mí y voy a disfrutarla como un premio inesperado. Dure, lo que dure. Mudarse es desarmar cajones, meterlos en bolsas y asumir humildemente que es muy probable que te hayas dejado cosas imprescindibles que harán que Joaquín se vuelva loco buscando estos días para llevármelas el domingo. Eso si, la caja con los collares y pendientes que, hace años que no me cuelgo, esa viene conmigo en sitio preferente; algún día tendré que purgar la sección de bisutería! Mira, Pablo Iglesias, acaba de hacerlo y se ha cargado de un plumazo a Echenique. Vais a creer que miento como una bellaca, pero es bien cierto que, hace unos días se lo comenté a unos amigos: el verdadero cáncer de Podemos es Echenique. No es que sea el único problema que tienen en el paraíso: las escisiones, desacatos, deserciones y cambios de carnet, brotan en cuanto sopla la brisa; y, ese malestar, ese no querer estar, huele a carta de navegación trucada. Alguien, a propósito, cambió el rumbo del barco hacia los arrecifes de coral y, ahí, va a naufragar hasta el apuntador. Si se me permite malmeter, lo único que falta ahora, es que el mismísimo coletas se destituya a sí mismo. Desde mi corto punto de vista, Pablo Iglesias, se dejó cegar por falsos amigos, aduladores y maniobreros y dejó escapar lo más valioso que tenía: el amor verdadero. Si quitamos las flores, la nata y los muñequitos que adornan el pastel, aparece la verdadera esencia del amor y, no es dulce, no sabe a fresa y no te aplaude incondicionalmente. El amor, ya lo dijo san Pablo (el de verdad) no es egoísta. Ay! querido amigo, yo de mudanza y tú, demudado. No quiero mentar a Errejón, porque no sería noble, por mí parte; pero, tengo un picor de dedos que me está matando.
El que no parece estar fuera de su ámbito es Donald querido, por muy lejos de su torre de Ferreros Rocher, que se halle. Llegó insultando al alcalde de Londres, cagando pa la cita que le pidió Jeremy Corbyn por que pasa de laboristas; y diciéndole a la May que está en el paro por no haberle hecho caso y no haber denunciado a la UE por lo del Brexit, fata!! Qué eres fata!! Se pasea arrogante como si el colonizador fuera él, mientras Melania darling, acusa un brote de sarpullido primaveral que la obliga a cambiar de modelito de forma compulsiva. Dicen que en cuanto ve un recodo oscuro de pasillo, carbonera o cuarto de plancha en Buckingham Palace, allá que se mete con el Big bag y dónde había un traje chaqueta Chanel, te aparece con un shari de Gucci y mules de Blanick. Ah! Ah! Qué me dicen por el pinganillo que no hay Manolos con menos de un 75% de desnivel. Bueno, pues con unas mules de Elie Saab. Qué puntillosos estamos pa ser tan temprano!! La que no puede ocultar su desagrado es Elizabeth II. Está hasta el sombrero que lleva a Ascot de tanta ordinariez y tanto perder de vista a la Melanie, y tanta ropa y tantos complementos colgando de las armaduras del abuelo, como si su casa fuera un puti de polígono. No os digo más que anda pensando en abdicar, aunque na más que sea por no aguantar a estos nuevos ricos y sus excentricidades. Parece ser que, esta noche, los manda a cenar pal McDonald's de Oxford street, qué está genial!
Los procesados del procés, digo yo, que con las conclusiones de fiscalía y acusaciones, no deben estar durmiendo bien, no? Yo no podría descansar sin drogas legales, ni un minuto. Estamos escuchando la palabra rebelión cada vez más clara, más fuerte y más justificada. Pues, la bromita pueden ser 25 años!!!!
Fué escribir lo de "dormir" y entrarme una necesidad imperiosa de echar ese pigazín en el bus, que me devuelve a la vida. Es que, mucho decir de Pablo Iglesias y los cantos de Echenique; pero yo con Mayor Zaragoza, estoy igual. Él dice "rebelión" y yo caigo en brazos de Morfeo. Sonreíd, qué os estoy viendo.
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