Empanadillas de bonito
Muy buenos días. Es martes y todos, incluso los que no cantáis ni debajo de la ducha, tenemos licencia para malmeter a quemarropa. Así qué, escojan objetivo y de cabeza a por él. Sobretodo, de cabeza, que si no, parece un berrinche, sin más.
Yo me voy a decidir por el besugo mediano, de ojos brillantes y coleta con las puntas abiertas; si, si! Ese de ahí de la esquina izquierda. Mientras todos los lideres políticos comparecieron ante la opinión pública (qué nadie sabe muy bien quienes la conforman; pero suena a orda enfurecida y hambrienta de carne humana) y dieron su versión de lo acontecido, casi en directo, la misma noche de autos, el señor Pablo Iglesias se retiró a sus aposentos, sin dedicarnos ni un triste "Ya hablaremos". Porque lo cierto era que "teníamos que hablar" y mucho. No tengo ninguna aversión especial contra el partido del señor Iglesias que no comparta con muchos otros como Foro, Vox y, en general, con todos los vendedores de humo con cianuro en su composición, a ver si alguno va a pensar que yo... Bueno, voy a centrarme que tengo poco tiempo y luego acabo entretenida con otras historias que no vienen al caso.
Lo que decía: no compareció en su momento, pero lo hizo ayer, a eso del medio día. Con un discurso muy bien elaborado, en el que básicamente venía a decir que, él (con el permiso de Santi Abascal) es Dios; y Dios nunca se equivoca; sólo se "deja equivocar" por sus hijos díscolos e ignorantes que creen que saben mucho por escindirse y arrimarse a falsos ídol@s de barro... un momento! Arrimarse de juntarse eh? Sin jugar con participios ni participias!! Y, eso, que él les dejó hacer, porque un Dios justo no interfiere en las decisiones de sus vástagos, sólo cuando tiene que cargarse a alguno que le puede tener ya hasta los cojones de sus opiniones discrepantes y, ahí, sí, no tienes más remedio que cargártelo con una plaga o un rayo o un cese en el cargo; aunque duela, porque todos son hijos y doler, duele. Precisamente eso era lo que tenía que haber hecho con Errejón, cuando después de aquellos meses de tira y afloja, (porque el muy cretino se creía que podía estar junto a Él, en el trono, y se lo discutía delante de la gente y todo!!) apareció en la primera de todos los periódicos del brazo de la Manuela. Sangraban los ojos de leer aquel manifiesto reaccionario, en el que los dos traidores hablaban de dirigir una ciudad con sentido y sensibilidad, pongamos que hablo de Madrid. No eran los primeros que se separaban de su sobaco; pero, estos le dolieron más que ningún otro, aunque por fuera dijera que les deseaba suerte y tal y qué sé yo. Cuántas noches sin dormir, cuántas pesadillas con empanadillas y zapatos castellanos (qué son los que me pegan os Iñigo)!!!
Ayer, cuando la prensa lucía en sus páginas centrales los resultados electorales, cual premios y pedreas de la lotería de Navidad, Pablo salió al atril y lo dijo todo. Lo de la mierda de resultados y la causa. Los causantes. Nunca me dió tanta pena como cuando se postuló, una vez más, como único Mesías, capaz de reconducir está derrota hacia un puesto en Moncloa que, igual es ahí donde te estás equivocando y, el rumbo va a ser lo que hay que corregir; porque que yo sepa, el Sancta Sanctorum de la casta, nunca fué el primer objetivo de tu ilusionante formación. O si lo era y la que no te supo entender fui yo? Igual acabo de dar en el clavo. No obstante, quería decirte, querido Dios, que en Madrid todo el mundo está muy triste (excepto los directamente beneficiarios, claro, de este pacto a tres) y que las redes están petaditas de mensajes a Manuela tan cariñosos y agradecidos, que , a una, le generan una necesidad imperiosa de conocer un poco más, a la mujer que veneran hasta en el Opus Dei. Pablo, te lo digo muy en serio, tienes que hidratar esas puntas o sanear las; así, no se puede salir a los medios.
Sonreíd, malditos!!
Juaaaaaa juaaa
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