Casillas, Iker, París, Caracas, Madrid

Muy buenos días, estamos estrenando un jueves gris y con una resaca revolucionariosindicalista de las de meterse el espidifen, vía intravenosa. La verdad es que ayer la peña estaba pa ello y, desde Venezuela hasta Madrid, pasando por París, la gente se echó a la calle con distintas intenciones, pero con las mismas ganas de "fiesta". Yo, no sé vosotros, pero cuando hablo o pienso en una revolución, me viene a la cabeza un enorme tanque de adrenalina desbordándose y llenando todo de agitación y exaltación. No digo que sea bueno, ni siquiera necesario; pero es lo que me viene a la cabeza. En Caracas, en Venezuela, se está produciendo una revolución, pero con cierto ritardo marcando los tiempos. Una parte del ejército apoya a Guaidó, pero no el suficiente, aunque sí los necesarios como para liberar a Leopoldo López, que no está liberado del todo porque fué a refugiarse a la embajada española que, apoya a Guaidó pero no tanto como para no tener que hacer encaje diplomático (mucha filigrana y sin puntillas) para solventar el tema "López en casa con nitroglicerina; no había más embajadas, coño?". Del otro lado, dicen que Maduro refuerza su posición, aunque estaba con las maletas preparadas a la puerta de un helicóptero al que acabó por no subir por recomendación de los rusos que, al parecer, dicen que no están pero algo si que deben estar porque EEUU confirma que fueron los que impidieron la evacuación de éste a Cuba. EEUU, por supuesto, tampoco está presente, pero dicen algunos medios americanos que Guaidó se adelantó en la maniobra de liberación del opositor López, que estaba programada para hoy, día 2. Pero, vamos que lo saben porque tienen un amigo que trabaja de jardinero en la casa del vecino de Guaidó y algo escuchó porque ellos no tienen nada que ver con el asunto y tal; pero, que se precipitó la cosa.  Y yo creo que ni Guaidó, ni ningún venezolano se ha adelantado a nada nunca jamás. Les oyes hablar en la radio, con el sonido de disparos de fondo y da la impresión de que están reflexionando en voz alta desde su hamaca en la playa. Mira, que todo sea pa bien y que no se manque nadie.
En París, la jornada del 1 de Mayo, fue policromada. Por un lado, salieron a manifestarse los viejos sindicalistas, con sus banderas rojas y sus cabezas blancas. A ellos, se unieron los de los chalecos amarillos, que a pesar de no ser sábado, en cuanto se enteraron de la convocatoria, se dieron un toque whatsapero y, allí estaban todos, recién duchados y con los chalecos, amarillos como le soleil. Los rojos con sus pancartas reivindicativas y elaboradas y los amarillos, a su bola, pidiendo de todo, por si vuelve a sonar la flauta y tal. Como no hay dos sin tres, se unen a la manifa, los black bloc que son unos tipos de ultra izquierda que van de negro hasta los calzoncillos y llevan las capuchas de las sudaderas puestas y los pañuelos negros embozando el rostro. Gastan la misma mala hostia que los ultraderechistas y hay quien comenta que todos ellos, beben en la misma fuente, aunque yo creo que dónde sacian la sed es en los charcos ponzoñosos que surgen, justo al lado de la zona de enfermedades bacteriológicas en los hospitales. Es fácil llegar a la conclusión de que, tanto gallo kiriko, no hay gallinero que lo contenga y París, volvió a arder y a esconderse de tanta carrera, tanto descerebrado y tanta violencia. Policía, gases lacrimógenos, toletazos y pedradas. Los ancianos sindicalistas acojonados en medio del fuego cruzado entre dos bandas que, están tan a los extremos que sus espaldas se tocan. El que está alimentando  estos cerebros de pajarín con majaderías, que se pase a pagar los cristales rotos de ayer; fijo que llevan el talonario encima.
En casa, nuestros sindicalistas, de lo único que deberían haber tenido miedo ayer, era de si mismos y del alzheimer que parece empiezan a padecer. Salieron todos a las calles de Madrid, como aquel conejo que se había marchado una mañana y aparecía en el patio de mi colegio haciendo reverencias y dando permiso para besar a quién te guste más!( Uy! Este texto hay que revisarlo y censurar una parte) reclamando a este gobierno que derogue la reforma laboral que el anterior sacó adelante con el contubernio silente de los que ayer unían sus voces cascadas exigiendo acabar con la precariedad y lo que la citada reforma dejó en este país (va a ser alzheimer o demencia senil, no me digáis que no) . Y, si. Me considero absolutamente capacitada y autorizada para reírme amargamente en su cara; en sus caras, en las de las "CC" y en las de las "GT" de ese postureo que exhiben sin pudor después de haber vendido a los obreros españoles. Echaron abajo, entre todos, la esencia de lo que  deberían representar. La gran jugada maestra, que nos despojó de la mayor parte de nuestros derechos sociales, fue el apesebramiento de las fuerzas sindicales por parte del gobierno (socialista, pa más INRI y me duele mucho el decirlo) y de asi, con el mismo sistema con el que los romanos metieron en nómina y en cintura al tribuno de la plebe, todo el esfuerzo de nuestros padres y abuelos, se fue alcantarilla abajo. Perdonadme; pero cada 1 de Mayo, me hierve la sangre. Bien, aparte de estas exigencias, han declarado que no se fian de Sánchez. JA!
Pasando a otra cosa, el Barça dejó en la cuneta al Liverpool con una exhibición de ballet clásico de Messi y nuestro Iker, se recupera, gracias a Dios, de un infarto que nos paró el corazón a todos. Y, cuando digo todos, sé bien lo que digo.
Bueno, yo creo que, pa ser jueves, ya está bien de discursito! Ahora, en cuanto os vea sonreír a todos, me voy a echar el pigazin de media hora que me resarce del madrugón. Feliz jueves, el finde está ahí mismo! Ves? Sonreiste!

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