Todo está en los libros

Muy buenos días. Es martes, orbaya y es el momento semanal del "malmeting" en mi coro. Yo suelo practicar a diario, porque es un deporte que si no mantienes cierta disciplina, terminas perdiendo veneno y sarcasmo, que son fundamentales para estar en la élite de los malmetedores.
Bueno, otro debate que me pierdo y, lo peor de todo es no tengo ninguna coartada. Cambié de canal justo a la hora a la que empezaba y estuve muy entretenida con las operaciones de Mario Vaquerizo, en sus pómulos, bolsas de ojos, cuello y comisuras de los labios. Y, cuando cansé de tanto bisturí, me fui a la sexta (antes de que Vox llegue al poder y nos la chape) y, cuando llegaron los anuncios, ante la tentación de asomarme a ver cómo iban los candidatos, barrí la cocina y la salita y las fregué a conciencia, que buena falta tenían. Fue una noche muy productiva y, en realidad, esta mañana, sabía que la prensa me escupiría un  resumen de los mensajes apocalípticos que soltaron por esas boquitas, quisiera que no. Luego, el análisis del asunto, dependiente del tabloide que os guste, os va a encajar divinamente porque van a ponderar a vuestro elegido para el sobre del domingo, siempre y cuando no seáis parte de ese 38% de indecisos pata negra; en cuyo caso, deberíais compraros un ejemplar de cada grupo editorial y así, alimentar más y mejor a esa rara avis llamada "indecisión". Ojito, no confundir con su melliza "irostodosalamierda", que son muy parecidas y no tienen nada que ver. A los perezosos, les hago yo la tarea:  Nos van a bajar los impuestos y aumentar las ayudas sociales. Las comunicaciones van a ser mejoradas y ampliadas. Van a subir los sueldos y a fomentar el carácter indefinido de estos. Se va a aumentar el gasto público en Sanidad, Educación e investigación. Las comunidades más desfavorecidas lo van a flipar cuando las conviertan en puntos turísticos y todos nos vamos a querer mucho, dentro de este lazo que nos une, que no es amarillo (lagarto, lagarto) y que se llama constitucionalismo. Me estoy viniendo arriba, lo sé. Estoy, hasta mareada.
En Ucrania, Zelensky, ha barrido también; pero no fue la cocina de su casa sino en los comicios ucranianos. Actor cómico, ha llenado de esperanza los corazones y las urna, con dos sencillos mensajes: 
1/ No más corrupción (este mensaje es universal e infalible para triunfar; aunque tienes que tener unos güevos como los del caballo de Espartero, para decirlo sin que te tiemble la voz)
2/ Hay que poner fin al conflicto con Rusia, porque ellos son mucho más grandes y nuestra honda no tiene nada qué hacer contra sus misiles tierra-tierra. Así que vamos a dejar de cacarear y  hablemos.
Con esto tan evidente y complicado de conseguir, el 73% de los ucranianos dejaron a un lado las indecisiones y le acaban de dar el papel de su vida. Mucha suerte, querido.
Escucho espantada que hoy vuelve a haber debate televisivo(lo pasaron tan bien,ayer, que quieren más) y que en Irlanda del norte, ha nacido un grupo terrorista llamado NUEVO IRA que ha asesinado a una maestra. Era era lo único que nos hacía falta un grupo de revoltosos peligrosos y armados aquí, en casa. En Londres son 1000 las personas detenidas por manifestarse contra el cambio climático; una performance que se realizó en el museo de historia natural y acabo con 1000 activistas presos y en las portadas de la prensa mundial, que pa eso se curraron los trajes y lo de la sangre y tal.
Quedaos con este apellido: Buttigieg. Es el nuevo candidato demócrata que reta a Trump. Es veterano de Afganistán, licenciado en Harvard y Oxford, presume de su condición de  gay y católico, habla siete idiomas y parece que no dice tonterías en ninguno de ellos. Ese debate... No me lo perdía yo fregando mi casita lalaralarita.
Os recuerdo que celebramos San Jordi y por ende, el día del libro. Rosas, libros y muchas sonrisas. Qué a nadie se le olvide sonreír.

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