Piqué, Torra, Marchena
Muy buenos días. Así, sin inmutarnos apenas (ay, Dios!) llegamos al cariñoso jueves y, de paso, rematamos el mes. Está fresquito y, si; los cielos siguen limpios de polvo y paja. El dress code para hoy, sigue moviéndose entre el plumas pa los madrugadores, el bolso-mochila para guardarlo a medio día y volver a sacarlo por la tarde (qué yo no sé cómo la brisa puede saber que se acerca la cuaresma, pero lo sabe y, ayer, cortaba cual navaja albaceteña)y el vestido de flores para las horas centrales. El juicio al procés, ayer, fue bastante anodino. A ver, no es que estuviera yo esperando un solo de guitarra eléctrica con desmelene y rotura de pelvis por parte de RajoysantamaríamadredeDios, no; pero, un poco de asúuuucar, igual, va! habría hecho la jornada más digerible. Los únicos que se esmeraron , sin llegar ni con mucho a sus mejores momentos históricos, fueron los dos testigos de la CUP. El primero, estuvo mareando la perdiz y a Marchena, haciendo a éste preguntarle lo que quería sab...